Internacional

Intervención en Libia golpearía a economías más endeudadas y amenaza la recuperación

El mundo siente con fuerza el impacto del conflicto: el costo del petróleo ha subido a un máximo en dos años desde febrero, cuando se iniciaron las revueltas.

Por: | Publicado: Martes 22 de marzo de 2011 a las 05:00 hrs.
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Isabel Ramos Jeldres


La intervención militar internacional en Libia no sólo está haciendo escalar el precio del petróleo, sino que amenaza con debilitar a economías que ya se encuentran en una deteriorada posición fiscal.

Los futuros del crudo en Nueva York subieron 1,2% ayer, luego de que Estados Unidos, el Reino Unido y Francia lanzaran misiles para detener el avance de Muammar Gaddafi sobre la ciudad de Benghazi, quien reaccionó comprometiéndose a repeler el ataque.

El mundo está sintiendo con fuerza el impacto del conflicto, ya que el petróleo ha subido a un máximo en dos años desde febrero, cuando se iniciaron las revueltas. La producción de crudo de Libia, uno de los países petroleros más productivos del norte de África, ha caído a menos de 400 mil barriles diarios, lo que representa cerca de un 25% de la producción que había antes de la crisis, advirtió el presidente de National Oil, de Libia, Shokri Ghanem, el fin de semana.

El enfrentamiento entre el régimen de Gaddafi y las fuerzas rebeldes ha obligado a empresas como la italiana Eni y las británicas Royal Dutch Shell y BP a suspender sus operaciones. “El mayor riesgo para las petroleras se refiere a los posibles daños a sus instalaciones, lo que haría más difícil retomar la producción una vez que termine el conflicto”, dijo a Bloomberg el analista de defensa del IAI Institute of International Affairs en Roma, Alessandro Marrone.



Golpe al fisco


Otro de los riesgos que representa el conflicto bélico es que las tres economías que lideran la ofensiva se encuentran en una posición fiscal debilitada, la que podría deteriorarse aún más si el conflicto se prolonga por mucho tiempo.

En el caso de EEUU, el Pentágono tiene la misión de reducir en US$ 78 mil millones los gastos de defensa en un plazo de cinco años, pese a que el país ya tiene tropas desplegadas en Irak y Afganistán.

El empeoramiento del déficit de presupuesto, que alcanzaría un récord de US$ 1,65 billón (millón de millones) este año, enfrentaría al presidente Barack Obama con los republicanos en el Congreso, como advirtió el republicano de mayor rango en el comité de Relaciones Exteriores del Senado, Richard Lugar.

“Sólo los misiles cuestan US$ 1 millón cada uno. Eso es ¿cuánto? ¿US$ 112 millones en la primera hora?”, cuestionó a Reuters el profesor de ciencia política de la Universidad de Virginia, Larry Sabato.

Las tensiones financieras de EEUU se replican en Europa. El primer ministro británico David Cameron decretó en su presupuesto de 2010 que el Ministerio de Defensa redujera en 8% el gasto en los próximos cuatro años, lo que incluye la posibilidad de que 11 mil miembros de las Fuerzas Armadas sean despedidos.

En el caso del presidente francés Nicolas Sarkozy, los expertos dudan que esta ofensiva militar le entregue un impulso en las encuestas. El mandatario tiene menos de un 25% de apoyo en los sondeos, en un país donde el desempleo se mantiene cercano a 10%.



Conflicto político


A esto se suman las interrogantes políticas que se abren a partir de la intervención ¿qué se considera un operativo exitoso? ¿Cuánto podría extenderse el conflicto? ¿Qué pasa si la intervención alienta movilizaciones en otros países de Medio Oriente, como está de hecho ocurriendo ya en Yemen (ver recuadro)?
En vistas de este escenario, ya son dos los países de la Unión Europea que se han desmarcado del operativo. Luego de que la Liga Árabe criticara el fin de semana los bombardeos de la coalición, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westervelle, aseguró: “Nosotros decidimos no participar, calculamos los riesgos (...) Creo que teníamos razón”. Alemania, la mayor economía de Europa, es la que aparece ahora como la mejor ubicada para capitalizar la recuperación.

Algo similar expresó su par italiano, Franco Frattini. “No debería haber guerra en Libia”, aseveró ayer en un encuentro regional.

Pese a ello, el operativo sigue contando con el apoyo oficial de la Unión Europea.

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