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La AIE espera un petróleo más barato de aquí a 2017, pero con volatilidad

El precio medio del crudo debería reducirse en 2017 por debajo de los US$ 90 el barril.

Por: EFE | Publicado: Viernes 12 de octubre de 2012 a las 09:04 hrs.
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La Agencia Internacional de la Energía (AIE) considera que la demanda mundial de petróleo se va a ralentizar en los próximos cinco años y, pese a la volatilidad que se mantendrá en este periodo, el precio medio del crudo debería reducirse en 2017 por debajo de los US$ 90 el barril.

En su informe sobre el mercado petrolero a medio plazo publicado hoy, la AIE modifica sustancialmente el escenario que había planteado en su anterior edición hace 16 meses, en parte por el efecto de la crisis económica que afecta en particular a la zona del euro, y que convertirá en una tendencia duradera la disminución de las necesidades de petróleo en el mundo desarrollado.

Esa disminución, unida a la mayor eficiencia energética de todas las economías lleva a los autores del estudio a revisar a la baja sus previsiones de junio de 2011 y a esperar que la demanda de crudo en el próximo quinquenio crezca al 1,2 % anual y llegue a 95,68 millones de barriles diarios en 2017.

En la práctica, eso significa que el mundo absorberá 500.000 barriles diarios menos, pero al mismo tiempo las capacidades de producción aumentarán tanto en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), como en el resto de los productores, en particular Norteamérica.

La menor tensión entre oferta y demanda supondrá una relajación de los precios, de forma que la agencia -que reúne a los grandes países consumidores de energía de la OCDE- calcula que el barril, después de llevar más de un año de media por encima de los 100 dólares, debería bajar de ese nivel desde 2013 y situarse en 89 dólares en 2017.

Sin embargo, eso es sólo una media que no tiene en cuenta los posibles altibajos, porque como se esforzó en subrayar en conferencia de prensa la directora de la AIE, Maria van der Hoeven, la volatilidad persistirá.

Van der Hoeven, que citó como ejemplo de esa volatilidad el repunte del barril ayer, en parte por el incremento de la tensión en Siria, así como la continua inestabilidad política en Oriente Medio y el norte de África, avisó que "no esperamos que esas incertidumbres desaparezcan a corto plazo".

La AIE augura que con la continuación de la caída de su demanda de crudo, los 33 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dejarán de representar más del 50 % del consumo mundial a partir de 2014.

De acuerdo con su análisis, la OPEP incrementará en 3,34 millones de barriles diarios suplementarios su capacidad de producción entre 2011 y 2017, y las principales contribuciones vendrán de Irak (un 50 %) y Libia (un tercio).

Por el contrario, Irán ha perdido un millón de barriles diarios en sus exportaciones en el marco de las sanciones internacionales contra su programa nuclear militar, y la agencia da por hecho que esas medidas de presión continuarán, y con ellas la erosión de sus capacidades de poner crudo en el mercado.

Otro elemento que contribuirá a modificar el mapa del mercado petrolero es que los avances tecnológicos están permitiendo un incremento de la producción de crudo en Norteamérica, con la aportación de las arenas bituminosas y los yacimientos de esquistos.

Eso significará que los países que no pertenecen a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) aumentarán de media sus capacidades de extracción entre 2013 y 2017 en unos 860.000 barriles diarios, después de los recortes sufridos de 100.000 barriles diarios en 2011 y de 400.000 en 2012.

Esa nueva producción, que compensará ampliamente las pérdidas previstas en los antiguos países miembros de la Unión Soviética, van a venir sobre todo de Canadá, con 1,1 millones de barriles suplementarios, mayormente de las arenas bituminosas, y de Brasil con 800.000 barriles diarios más, esencialmente de los yacimientos en aguas profundas.

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