Internacional
La ausencia de Hugo Chávez se sintió con fuerza en los comicios regionales de Venezuela
Mientras el gobierno esperaba consolidar su victoria en las presidenciales de octubre, la oposición aspiraba a pasar de siete a once gobernaciones.
Por: Equipo DF
Publicado: Lunes 17 de diciembre de 2012 a las 05:00 hrs.
Ayer se celebraron elecciones regionales en Venezuela, donde se eligieron gobernadores y legisladores en 23 estados del país. Hasta hace unas semanas, el clima electoral estaba mayormente adormecido, tras el aplastante triunfo de Hugo Chávez en los comicios presidenciales de octubre, que decepcionó a la oposición, e incluso hacía presagiar una alta abstención.
El líder bolivariano se impuso en octubre por un amplio margen en casi todas las regiones y ahora pretendía consolidar su victoria, arrebatando las siete gobernaciones de la oposición.
Sin embargo, sus problemas de salud cambiaron radicalmente el panorama en las últimas horas. Debido a su operación por un complicado cáncer, Chávez no pudo estar presente en la parte final de la campaña para alentar a sus seguidores a votar por sus representantes.
Pero además, las dudas y especulaciones sobre su condición, generaron un clima de enorme expectación en el país, lo que volvió a encender los ánimos de los votantes. Las calles de Venezuela se convirtieron en los últimos días en un hervidero de rumores y las contradicciones en los reportes oficiales sobre la condición del mandatario contribuyeron a alimentar numerosas teorías sobre su real estado.
Los analistas locales esperaban que esto pudiera perjudicar más al gobierno, que contaba con el voto duro, que no varía mucho en ningún escenario, y aumentar el interés de participar entre los partidarios de la oposición.
En el centro de comando de la Mesa de la Unidad Democrática (MDU), como se denomina la frágil coalición de partidos opositores, el mejor escenario que se contemplaba era aumentar su representación de siete a once gobernaciones.
La madre de
todas las batallas
La contienda electoral del domingo estuvo concentrada especialmente en el estado clave de Miranda, donde el gobernador Henrique Capriles iba por la reelección.
Capriles fue el candidato de la oposición en la batalla presidencial contra Chávez, tras una dura y compleja negociación para aglutinar a una fragmentada derecha. Ahora, una segunda derrota terminaría definitivamente con sus posibilidades de liderar a los partidos disidentes.
Ante la noticia de los problemas de salud del mandatario, en las últimas semanas, las divisiones dentro de la derecha se reabrieron. Las perspectivas de que Chávez no estaría en condiciones de asumir el mando para un nuevo período, el 10 de enero, o que incluso podría no sobrevivir al duro tratamiento, rápidamente abrieron el escenario de nuevas elecciones presidenciales, y las distintas colectividades comenzaron a levantar a sus propios candidatos.
Para Capriles, conservar su bastión de Miranda era clave para afirmarse como el candidato único de la oposición y de paso dar una dura derrota al contendor oficialista, Elías Jaua, un estrecho aliado del mandatario y ex vicepresidente.
“Tenemos un compromiso de darle la alegría a Chávez de que Miranda sea liberada del fascismo y que esté bajo el mando de un socialista y bolivariano”, dijo Jaua al cierre de su campaña.
Miranda es además un enclave estratégico, porque abarca parte de Caracas y concentra una gran cantidad de electores. El dominio de un opositor en esa región tan cerca de la sede de gobierno era una herida abierta en el orgullo presidencial.
“Por Miranda y por Venezuela me juego la vida. No estamos aquí para defender un cargo, sino para lograr un sueño”, dijo Capriles al cerrar su campaña.