Luis Silva es doctor en Derecho de la UC, académico de la Universidad San Sebastián, miembro del Opus Dei y actual vicepresidente del Partido Republicano. Fue candidato al primer proceso constituyente -en mayo de 2021- pero en esa oportunidad sólo llegó a los 4 mil votos. Quedó fuera. Para el segundo proceso, el escenario cambió: resultó el consejero constitucional más votado en 2023.
A dos años del fin de ese proceso -con un rechazo del 56% a la segunda propuesta de nueva Constitución-, Silva rememora sentado en un café de Providencia que ese día vio los resultados en la sede del Partido Republicano. “El sabor de la derrota en la boca duró muy poco para serte franco”, afirma. “Porque bueno, ¿qué es lo que nos quedaba? El texto que teníamos y que en realidad lo que siempre sostuvimos fue: aquí no hace falta un cambio de Constitución. La que tenemos funciona perfectamente”, dice. “Entonces”, agrega, “la sensación de derrota fue reemplazada por una de tranquilidad”.
-Haber sido el candidato más votado y encabezar el proceso, ¿no hizo que la derrota se sintiera como algo más personal?
- No, para nada. Nosotros nos involucramos en este proceso porque siempre entendimos que, ya que iba a tener lugar, la presencia de republicanos era mejor que su ausencia. Y nuestra campaña fue siempre transparente: nunca hemos creído que una nueva Constitución sea la solución de los problemas que tenemos. Entonces, no lo vi ni lo veo como una derrota personal ni para el partido. De hecho, yo nunca pensé que fuera -como muchos dijeron- una derrota para José Antono Kast. Y los hechos lo están probando. Mira las encuestas: hoy día nadie le reprocha ese segundo proceso. No es tema.
El proceso me confirmó que quiero seguir en esto. ¿Haciendo qué? Todavía no lo tengo demasiado claro, pero la respuesta es seguir cuidando al personaje del Profe Silva
Cursos en primer año
Luis Silva considera que el mayor impacto que dejó en su vida su paso por el proceso fue la pérdida del anonimato. “Quedó la impronta de haber sido una persona pública: ya no eres un NN en la calle. Eso se perdió y creo que para siempre. Hoy día salgo y nadie me dice nada normalmente, pero soy consciente de que a muchas personas todavía les suena mi rostro”, cuenta.
Concluido el proceso, Silva cuenta que retomó su trabajo como docente y académico en la Universidad San Sebastián. Ahí, explica, enseña el curso Derecho Constitucional a alumnos de primer año, mismo ramo que enseñó en la Universidad de los Andes hasta junio de 2022.
Según cuenta, le interesa enseñar a estudiantes que recién comienzan su etapa universitaria y “participar en la arquitectura de esa inteligencia intelectual de la que recién se están equipando”, dice. “Creo que ahí hay una oportunidad para poder llamar la atención sobre cuestiones que son importantes o por lo menos mostrar ciertos modos de pensar y de abordar la realidad jurídica”.
En paralelo, hoy el abogado tiene dos libros en proceso: uno que escribió el primer semestre de 2024, que consiste en un ensayo de seis capítulos sobre “cuestiones que considero han sido importantes para mí, como la disciplina, la creatividad y el silencio”. El otro -con la editorial Planeta- trata sobre la igualdad y “muestra cómo en el discurso político es, sobre todo, una cortina de humo”, adelanta.
Cuidar al Profe Silva
La figura de “El Profe Silva” nació en redes sociales para las primeras elecciones de 2021. Una vez terminado el segundo proceso, el abogado cuenta que tomó la decisión de no desaparecer de ahí. Dice que el Consejo fue un hito en un trayecto que quiere recorrer: “Es parte de un proyecto mayor que pasa por estar en lo público y ofrecer desde ahí lo que mejor pueda para el país”,asegura.
“El proceso me confirmó que quiero seguir en esto. ¿Haciendo qué? Todavía no lo tengo demasiado claro, pero la respuesta es seguir cuidando al personaje del Profe Silva”.
- ¿En qué sentido?
- En mantenerlo a flote. Los riesgos que veo después de un proceso como este son: primero, exponer al personaje de manera artificial y que las personas empiecen a preguntarse qué hace este sujeto aquí, por qué está diciendo lo que dice, quién lo invitó. Y segundo, volver a tus cuarteles de invierno, dedicarte a absolutamente otra cosa y volver a aparecer en lo público cuando se te ofrece una oportunidad. Ese es otro riesgo que quiero evitar porque se da pábulo a ese comentario: “Este aparece sólo para las elecciones o cuando le conviene”. Se entiende porque la gente muchas veces tiene que volver a ganarse la vida con un trabajo privado. Pero yo no quería correr el riesgo de desaparecer.
Así, el Profe Silva continúa siendo un personaje activo en redes sociales como Instagram y TikTok -donde acumula más de 200 mil seguidores-, las que trabaja junto a un equipo de comunicaciones. Pese a esta presencia, Silva dice que no lee comentarios en redes. “Creo que ahí hay un riesgo muy alto de que se te distorsione la perspectiva (…). Y bueno, también hay un tema de salud mental, porque el grado de dependencia emocional, para bien y para mal, existe”.
Hoy Silva cuenta también con una agenda comunicacional. Dos jueves al mes participa en el programa Estado Nacional, de TVN; de lunes a viernes conduce Al pizarrón en Radio Agricultura; y es invitado frecuente en seminarios y podcasts. En estos espacios, dice, tiene un propósito claro: compartir su mirada, proponer lecturas alternativas de la contingencia y “reforzar ideas importantes que tienen que ver con nuestra convicción acerca de qué es lo que más le conviene a Chile”. En todo caso, precisa, no acepta todas las invitaciones que le hacen. “No quiero exponerme innecesariamente. No estoy en campaña”, asegura.
“¿Por qué sigo?”
Luis Silva se cuestiona constantemente cuál es el objetivo de su participación en el mundo de la política. “No quiero figuración por figuración, la plata me interesa un comino, no quiero poder por el poder, que es una papa muy caliente”, confiesa.
“Entonces, ¿por qué sigo? ¿Por qué uno sobrelleva y se sobrepone a esos momentos de soledad, de indiferencia, de gritos en la calle, a que te hagan pebre en las redes sociales, que te transformen en un enemigo sin haber hecho nada, a sentir recelo de quienes se supone que son tus más cercanos? ¿Por qué dejar de ganar lucas en otro lugar? ¿O de publicar o hacer más clases?”.
La respuesta, prosigue, no la tiene clara. “Pero el hecho es que me mantiene en el puesto”.
Sobre la posibilidad de verlo en una próxima elección popular, Silva dice que tomaría la oportunidad si el Partido Republicano se la ofrece. Entre los cargos que le llaman la atención están el de alcalde y el de concejal. También le interesaría alguno dentro del Poder Ejecutivo. Sobre este último, prosigue, “me siento más cómodo con su dinámica: trabajar con jerarquía, objetivos claros y un jefe”.
En caso de que José Antonio Kast salga electo en las elecciones presidenciales de este año y le ofrezca un cargo, Silva asegura: “Me voy a trabajar al gobierno con él de todas maneras, donde él quiera y si es que él quiere. Ahora, no es algo que se haya conversado, pero yo estoy absolutamente disponible”.