Una gran restricción crediticia está de vuelta a medida que las tasas de interés interbancarias comienzan a subir nuevamente en China, obligando a las autoridades a inyectar dinero al sistema.
La tasa interbancaria de Shangai (Shibor) se disparó a 3,81% el lunes desde menos de 3% a comienzos de mes, mientras que el costo de financiamiento a un mes saltó a cerca de 6% desde 4,5%, elevando los temores de otra estrechez del crédito.
El Banco Popular de China inyectó el martes 88 mil millones de yuanes (US$ 14 mil millones) al sistema bancario a través de acuerdos de recompra de bonos a seis días.
Esto contuvo en algo a la Shibor, que retrocedió 20 puntos base a 3,61% el martes. Pero la tasa a un mes continuó aumentando, cerrando con un alza de 10,5 puntos base respecto del día anterior en 6,1%.
En junio, una crisis de liquidez golpeó al mercado interbancario, con el costo de financiamiento de un día para otro disparándose a un máximo histórico de cerca de 14%.
Los altísimos costos de los préstamos en junio destacaron la estrechez de capital en el sistema financiero chino en medio de crecientes preocupaciones sobre las deudas tóxicas y la banca en la sombra.
Se estimó en ese entonces que algunas instituciones financieras colapsarían debido a los defaults. El declive en las tasas interbancarias en los siguientes dos meses no significó necesariamente que la crisis de liquidez se había relajado, afirmaron banqueros, añadiendo que el problema fundamental seguía sin ser resuelto.
Durante la restricción de junio, el banco central inyectó dinero a través de los principales bancos. En julio, entregó 17 mil millones de yuanes a través de acuerdos de recompra de bonos.
“Obviamente, cualquier esfuerzo de alentar la liquidez por parte del gobierno central sólo sería un remedio a corto plazo y se espera que la restricción crediticia golpee de nuevo”, aseguró Dong Jun, un administrador de fondos de Shangai. “La pregunta es cuán severo será el problema esta vez”.