El patrimonio financiero medio de cada belga supera los 67.158 euros (unos US$89.257), lo que los convierte en los ciudadanos más ricos de toda Europa, en parte gracias a un régimen fiscal favorable y a la moderación de los precios inmobiliarios, que permitiría un mayor ahorro, informa hoy el diario Le Soir.
De este modo, Bélgica se sitúa a la cabeza del continente, seguida de cerca por los holandeses (US$81.364) y los luxemburgueses (US$80.230), mientras que atrás quedan los franceses (US$55.032), los alemanes (US$51.437) y los españoles (US$22.057).
A finales de 2012, el patrimonio financiero de las familias belgas, una vez sumado el capital de cuentas bancarias, sociedades de inversión, seguros sobre personas, acciones y obligaciones, alcanzaba los US$ 1.3 billones brutos, que se quedaban en US$102.604 millones una vez deducidas sus deudas.
Esta cifra deja de lado las propiedades inmobiliarias, cuyo valor sería superior y podría llegar a US$1.32 billones, habiendo más que doblado la cantidad en los últimos diez años, según los datos del Banco Nacional de Bélgica.
El rotativo belga atribuye el elevado patrimonio al desarrollo económico del país, que se encuentra "pegado a la locomotora alemana", aunque su régimen fiscal también jugaría un papel importante a la hora de acumular riqueza, sobre todo para los beneficiarios de rentas inmobiliarias.
Además, la moderación de los precios inmobiliarios permitiría a las familias ahorrar más dinero, mientras que los ciudadanos de países vecinos como Holanda, Alemania y Francia deben desembolsar cantidades más elevadas de dinero para convertirse en propietarios.
Entre las razones que conducen a los belgas a ahorrar dinero también cabe destacar la incertidumbre sobre su futuro, debido a la crisis, así como a la voluntad de invertir en un fondo de pensiones que complete su prestación de jubilación.