Internacional
Los inesperados aliados del presidente Barack Obama en la discusión sobre el abismo fiscal
El demócrata cuenta con el apoyo de los principales empresarios de Estados Unidos para subirle los impuestos al 2% más adinerado.
Por: Equipo DF
Publicado: Lunes 17 de diciembre de 2012 a las 05:00 hrs.
Por Constanza Morales H.
La semana pasada el presidente de Estados Unidos Barack Obama recibió un espaldarazo que para muchos fue imprevisto: los mayores empresarios del país se abrieron a la idea de elevar la carga tributaria del 2% más adinerado, es decir, aquellos que ganan más de
US$ 250 mil al mes.
Hasta el martes 11 de diciembre, el influyente grupo conservador Mesa Redonda Empresarial (Business Roundtable en inglés), que reúne a los altos ejecutivos de distintas compañías del país, había insistido en que la Casa Blanca extendiera los recortes tributarios implementados en la administración Bush a todas las categorías de ingresos.
Sin embargo, la presión para encontrar una solución al llamado abismo fiscal —una serie de alzas en los impuestos y rebajas en el gasto que entrarán a regir en enero si no se llega a un acuerdo— y los negativos efectos que dicha situación ya está teniendo sobre la economía provocaron que el grupo cambiara de opinión.
Ese día, más de 150 directores ejecutivos de las principales firmas estadounidenses, todos ellos miembros del poderoso conglomerado, firmaron una carta dirigida al mandatario y a los cuatro líderes del Congreso en la que entregaban su apoyo a la recaudación de nuevos ingresos fiscales “ya sea a través del aumento de los impuestos, la eliminación de las deducciones o alguna combinación de lo mismo”.
La misiva llamó la atención por el número de personas que adhirieron a ella, incluyendo a destacados líderes cercanos al Partido Republicano, como Doug Oberhelman, de Caterpillar; Rex Tillerson, de Exxon; y Michael Duke, presidente y director ejecutivo de Wal-Mart.
“Reconocemos que parte de la solución tiene que ser alzas en los impuestos”, comentó en una conferencia con periodistas David M. Cote, director ejecutivo de Honeywell. “Esa es la única cosa que permitirá lograr un acuerdo mutuo razonable”, agregó. Con esta postura, los CEO se enfrentan al vocero de la Cámara de Representantes, John Boehner, y al líder republicano en el Senado, Mitch McConell, quienes en diversas ocasiones han mostrado su oposición a un alza de los gravámenes.
El cortejo a Wall Street
Como el presidente Obama ya cuenta con el respaldo de los principales líderes corporativos, los esfuerzos ahora están puestos en atraer a los miembros de Wall Street. De hecho, en lo que va del último mes del año funcionarios de la administración demócrata han sostenido diversas reuniones con ejecutivos del sector financiero.
El lunes 3, empleados de la Casa Blanca conversaron con varios banqueros y expertos financieros, entre ellos Gary D. Cohn, presidente de Goldman Sachs, y Greg Fleming, líder de la unidad de administración de riqueza de Morgan Stanley.
El miércoles 12, Valerie Jarrett, consejera superior del presidente, y miembros del equipo económico del gobierno recibieron a diversos directores de hedge funds, incluyendo a Daniel Och, el multimillonario fundador de Och-Ziff Capital Management.
Al parecer, el afán de los demócratas ya ha dado algunos resultados. El mismo 12 de diciembre, Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan, afirmó en la conferencia New York Times Dealbook Opportunities for Tomorrow que junto a otros que trabajan en Wall Street espera mayores impuestos para resolver el abismo fiscal, pero quieren que estos aumentos sean balanceados con disminuciones sensatas en el gasto. “Las empresas quieren un acuerdo racional porque la mayoría de la gente cree que sería fabuloso para Estados Unidos”, declaró Dimon antes de insistir en que la mayor carga tributaria debe estar “inexorablemente unida con una reforma razonable de los programas de ayuda social”.
Sólido apoyo en Manhattan
En todo caso, el mandatario no está solo en Nueva York. El 16 de noviembre, apenas diez días después de haber logrado la reelección, el demócrata se reunió con su fiel grupo de partidarios, que incluye a Tony James, presidente de Blackstone Group; Roger Altman, presidente ejecutivo de Evercore Partners; Robert Wolf, antiguo ejecutivo de UBS; y Marc Lasry, fundador y socio director de Avenue Capital.
Durante la primera semana de diciembre, Lasry —quien administra US$ 13 mil millones, incluyendo
US$ 1.300 de su propio bolsillo— invitó a la Casa Blanca al magnate de los bienes raíces Barry Sternlicht, un otrora simpatizante de Obama que en el último ciclo electoral votó por Mitt Romney.
“Si la gente que no apoyó al presidente cree que el presidente está actuando razonablemente, va a poner más presión sobre el otro lado”, manifestó Lasry hace unos días al New York Times.
En las últimas semanas, el director ejecutivo de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, también ha apoyado la idea de elevar los impuestos.