La carga de deuda de la eurozona subió más en el segundo trimestre, a pesar de las medidas de austeridad que han sido aplicadas por años en los países de la región.
La oficina de estadísticas de la UE, Eurostat, informó que el total de obligaciones financieras en los 17 países del bloque se elevó a 93,4% del Producto Interno Bruto (PIB) de la eurozona desde el 92,3% en el trimestre anterior.
Según las reglas de la UE, los gobiernos deberían mantener sus niveles de deuda en un máximo de 60% del PIB.
El gobierno griego registró la mayor carga, 169,1% del Producto, lo que está por encima del 160,5% del primer trimestre y de lo que los economistas consideran como sustentable.
El mayor incremento lo registró Chipre, el que aseguró préstamos de rescate de la eurozona y del Fondo Monetario Internacional (FMI) para lidiar con la crisis. Su deuda se incrementó a 98,3% del PIB desde el 87,5% verificado el trimestre anterior.
En términos absolutos, el compromiso financiero se expandió a 8,87 billones (millones de millones) de euros
(US$ 12,15 billones) en abril-junio, desde 8,75 billones de euros en el primer trimestre.
Surgen dudas
Estas cifras están en línea con un informe publicado por un economista de la Comisión Europea que apunta a que se están generando dudas con respecto a los méritos de la estrategia de austeridad que se ha mantenido desde el inicio de la crisis financiera en 2008.
Tras perder acceso a los mercados de capital para conseguir dinero, varios países, especialmente Grecia, redujeron drásticamente sus gastos a cambio de paquetes de rescate de otras naciones de la eurozona y el FMI. Incluso Alemania, el mayor contribuyente a los rescates, ha limitado gastos en momentos en que economistas dicen que debería haber gastado más para respaldar la actividad económica.