A medida que las economías de la eurozona comienzan a arrojar cifras más positivas, crecen las expectativas de un repunte en la región que sufrió la mayor crisis financiera desde la Segunda Guerra Mundial.
Jaume Ventura, sin embargo, cree que todavía es demasiado pronto para celebrar. “No está del todo claro que la crisis haya terminado. Hay gente a la que le gusta ser optimista, pero en algunas economías europeas estamos lejos de recuperarnos”, comentó el economista y académico de la Universidad Pompeu Fabra, que participó la semana pasada en el Encuentro Anual de Economistas de Chile 2013, organizado por el Departamento de la Facultad de Economía y Empresa de la UDP.
- ¿Cuáles son los riesgos que atentan contra la recuperación?
- El más claro es el nivel de deuda pública de algunas economías del sur de Europa. Se tiene que moderar la tasa de crecimiento de la deuda pública. Los gobiernos están llevando a cabo medidas de austeridad que son necesarias. Todos esperamos que sean suficientes para la recuperación. Sin embargo, la recuperación no es algo que se pueda predecir de forma matemática. No se puede decir a ciencia cierta cuándo va a terminar la crisis.
- En el caso de España, ¿cómo ve la evolución de la economía?
- Con preocupación. Por un lado, el gobierno está haciendo un ejercicio de ajuste que es muy importante. Por otro lado, el ajuste en España está cayendo excesivamente sobre el sector privado. El gobierno de alguna manera es muy sensible al sector público. Si bien ha habido recortes de salarios y de beneficios en el sector público, los que lo están pagando son los empresarios privados, que tienen alzas de impuestos muy altos.
- ¿Cree posible que se solicite un nuevo rescate en Europa? Eslovenia reconoció la posibilidad de un rescate a la banca…
- Lo veo perfectamente posible. Ha pasado en Irlanda, en España –que recibió una cantidad de dinero sustancial para reorganizar su sistema bancario- y obviamente en Grecia… Hay otros países que podrían necesitar ayuda. Podrían ser de Europa del Este, pero también del sur del continente. En España, tenemos una deuda pública, que a pesar de los ajustes, sigue subiendo. Ahora está cerca del 90% (del PIB). Si bien es alta, al compararse con otros países del mundo quizás no lo es tanto, pero lo que preocupa es la tasa de crecimiento. El año pasado estábamos en 80%. No puedo descartar que haya necesidad de un nuevo rescate en el futuro.
- ¿Cuáles son los desafíos que ahora deben enfrentar las economías europeas?
- Un tema importante para el futuro de Europa es la discusión sobre la unión bancaria. Nos hemos dado cuenta de que cuando tenemos un mercado común también debemos tener un regulador. Hoy hablamos de Europa como un espacio único donde circulan las personas, los bienes, los capitales y eso es un logro importante. Pero, a la vez el mercado está regulado de forma segmentada. Los gobiernos nacionales no han querido abandonar su poder y todavía tenemos regulaciones bancarias distintas a nivel local. Esto nos ha hecho sufrir mucho más la crisis que si hubiéramos tenido un solo regulador bancario, una sola entidad que pudiera intervenir, como ocurre por ejemplo en el caso de Estados Unidos.