La
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe
anual de perspectivas del empleo publicado hoy consideró que la desocupación,
que llegó al 8,7% en el primer trimestre del año -el nivel más alto desde la
Segunda Guerra Mundial- ha podido tocar techo.
Sin
embargo, su disminución será lenta y la tasa de desempleo en sus 31 países
miembros seguirá superando el 8% a finales del año próximo, y eso que si se
contabilizaran a los inactivos que querrían trabajar y a los que trabajan a
tiempo parcial y querrían hacerlo a tiempo completo, ese porcentaje sería casi
el doble.
La dualidad
en la protección entre el empleo fijo y temporal ha contribuido a agravar el
paro durante la crisis, por eso equilibrar las garantías entre unos y otros
contratos es una de las formas para conseguir que la recuperación económica
permita también la del mercado de trabajo, destacó la OCDE.
"El
reequilibrio de la protección del empleo debería formar parte de un conjunto
global de medidas que asocien subsidios de paro suficientes, exigencias
estrictas de disponibilidad para un empleo y medidas de activación bien
concebidas", señaló la organización.
Con ese
"reequilibrio", "los empleos temporales harían mejor el papel de
trampolín hacia empleos permanentes en lugar de representar una trampa para los
trabajadores", subrayó.
Reconoció
que también significaría que los trabajadores con contratos indefinidos se
verían obligados a "una mayor movilidad en el empleo" con las
posibles caídas de sus remuneraciones entre dos puestos de trabajo, de ahí la
necesidad de un sistema de indemnización del desempleo "suficiente".