El PIB de América Latina subirá este año aproximadamente el
5%, y en algunos países de la región el crecimiento podría superar el 6%, según
la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).
En su informe de 2010, el organismo de la ONU precisa que el
repunte del PIB previsto para la región en este año probablemente "será
más moderado en Centroamérica y el Caribe".
En esta tendencia ha incidido, según el estudio, la
reorientación "bastante radical" de las políticas macroeconómicas
acontecida en la región después de la crisis financiera asiática de finales de
los años noventa y la crisis de la deuda argentina de 2001 y 2002.
Entonces, los gobiernos de los países de Latinoamérica
"emprendieron políticas monetarias más acomodaticias y una política de
tipos de cambio orientada a mantener la competitividad internacional",
señala.
Y añade que "en varios países aumentaron los ingresos
fiscales, lo que les proporcionó el margen de acción necesario, así como los
recursos para gastar más en infraestructuras y transferencias sociales".
Mercado laboral
Paralelamente, la UNCTAD recuerda que se adoptaron medidas
específicas para el mercado laboral, "como aumentos sustanciales del
salario mínimo, la reactivación de los órganos de negociación colectiva y el
lanzamiento de programas de obras públicas".
Gracias a ello, y también a una situación internacional
favorable, en particular "a los precios más altos de los productos
primarios" y "el rápido aumento de las importaciones netas de
EEUU", el empleo mejoró en la región a partir de 2003.
De este modo, y por primera vez en casi 30 años, se redujo
el empleo en el sector informal, al mismo tiempo que retrocedió de forma
significativa el desempleo y la pobreza hasta 2008, de acuerdo con el informe
de esta agencia de Naciones Unidas.
Rememora que entre 1980 y 2002, el PIB per cápita
latinoamericano prácticamente se había estancado, paralelamente a que aumentaba
el desempleo y bajaba la productividad media por falta de inversiones en
capital fijo.
Inflación y Tasas
En este periodo, se controló de la inflación mediante tipos
de interés altos, lo que desalentó la inversión, a lo que se añadió la
sobrevaloración de las monedas, que obstruyó el crecimiento de las
exportaciones.
La demanda interna, de acuerdo con la UNCTAD, se vio frenada
por la contracción salarial acometida para recuperar competitividad
internacional, lo que a su vez redujo la participación de los asalariados en la
distribución de la renta.