La tasa de natalidad y mortalidad sirve para llevar el control del desarrollo demográfico de un país, reflejando si la población envejece o no. Si se aplica la misma tasa a las empresas, lo que se obtiene es un número que, de alguna manera, refleja las perspectivas económicas que el sector privado tiene y, además, la salud de la economía.
Desde que los Kirchner ocupan el Sillón de Rivadavia, la tasa de natalidad de las compañías era superior a la de mortalidad. Sin embargo, la retracción de la economía el año pasado fue lo suficientemente importante como para dar vuelta esta tendencia de los últimos 10 años.
Según el trabajo “Argentina, situación actual y perspectiva” de la consultora del economista Orlando Ferreres, durante 2012 en Argentina se formaron 55.934 compañías. Pero, como sucede en todos los aspectos de la vida, la contracara fue una mortalidad empresaria que fue superior, porque se cerraron 56.108 firmas. Es decir, la mortandad fue superior en 174 casos.
Al desagregar el stock, se observa que por primera vez en una década cae la cantidad de empresas que tienen entre 1 y 5 años, de 127.859 a 120.260 en 2012. Lo mismo sucede con las firmas con cuatro a cinco años, que pasan de 71.648 a 15.598.
Para Fausto Spotorno, economista en jefe de Orlando Ferreres y Asociados, esta situación se generó por “la caída de la actividad, lo que hizo que también se reduzca la rentabilidad de las empresas”. En diálogo con El Cronista, el economista agregó que “las empresas jóvenes necesitan flexibilidad para poder operar y empezar a lograr la subsistencia, no resisten cualquier tipo de ambiente”.
Por su parte, Dante Sica, titular de la consultora
abeceb.com, consideró que se debe analizar “de qué tipo y tamaño de compañías estamos hablando”, pero, de todos modos, aseguró que parte de la explicación reside en que durante el 2012 se “desaceleró mucho la economía”.
En línea con el trabajo de Ferreres, el ex secretario de Industria dijo que “la sensación es que el nivel de rentabilidad de las empresas tiende a ser bajo, pero no hay que olvidarse que fue un año en donde se pasó de un crecimiento estimado de 6% a uno de 1,9%”.
De hecho, en el informe de la consultora se explica que en 2012 “la industria evidenció una contracción luego de dos años de alzas y de haber recuperado el nivel de producción previo a la contracción del 2009”.
Según el trabajo, la cara contraria son las empresas con más de seis años desde su nacimiento, ya que parecen haber encontrado la madurez necesaria para enfrentar un proceso de baja rentabilidad. En 2011 había 113.093 y en 2012 más de 126.362. Lo mismo sucede con aquellas de más de 10 años, que se entiende pueden llegar a tener mayores espaldas para soportar un proceso de baja rentabilidad.