Internacional
Primer gran revés legislativo de Rousseff marca erosión de su apoyo en el Congreso
Los medios locales ya están reportando que algunos legisladores evalúan abandonar la coalición.
Por: | Publicado: Lunes 2 de abril de 2012 a las 05:00 hrs.
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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no la está pasando bien. Marzo fue un mes especialmente difícil: sufrió una dolorosa derrota en la Cámara Baja, que rechazó una ley vinculada al Mundial de Fútbol 2014, y debió nombrar a nuevos líderes legislativos en un intento para restaurar la disciplina de la coalición oficialista.
La situación se complica porque su coalición se compone de 17 partidos y su propia formación, el Partido de los Trabajadores, tiene apenas 85 de 513 diputados. Rousseff además tiene una clara preferencia por los técnicos, lo que dificulta más las cosas.
El origen del último conflicto fue el congelamiento de fondos discrecionales del gobierno por US$ 30.000 millones, un 2,5% del presupuesto total, en un intento de frenar la inflación, que en septiembre alcanzó el 7%, a medida que el Banco Central reduce las tasas de interés a mínimos históricos con el fin de impulsar el crecimiento, que cayó de 7,5% en 2010 a 2,7% en 2011.
Los legisladores se enfurecieron porque usan los fondos para impulsar proyectos en sus distritos, por lo cual decidieron impedir la aprobación de leyes clave en el Congreso.
Fue por eso que a mediados de mes el proyecto oficial del Mundial de Fútbol fue derrotado en el Congreso, cuando varios de sus aliados se unieron a la oposición para rechazar una ley que es exigida por la FIFA.
Los legisladores pusieron como condición para aprobar la ley la reforma de la ley forestal, que es impulsada por el poderoso lobby agrícola.
Tras una tensión de varias semanas, asesores de Rousseff finalmente informaron a los legisladores que parte del dinero será liberado a principios de este mes.
La promesa pareció surtir efecto. A mediados de la semana pasada, la Cámara Baja aprobó el proyecto mundialista, que aún debe ser debatido en el Senado.
La mandataria también resolvió permitir una votación sobre la ley forestal.
Rousseff necesita mejorar con urgencia su relación con el legislativo, ya que debe aprobar otras leyes cruciales que incluyen una revisión del código de minería del país y la asignación de regalías petroleras.
Un analista señaló que las causas de la crisis eran el tamaño de la coalición y el estilo de gestión de Rousseff, y teme que los problemas volverán.
“A Rousseff no le gusta hacer política con el Parlamento, prefiere hablar con los técnicos para resolver problemas, y los congresistas están acostumbrados a participar en cargos públicos y liberación de recursos” explicó Carlos Lopes del Intituto Analise a la agencia AFP.
Los problemas no se terminan. Medios locales ya reportaron que algunos legisladores evalúan abandonar la coalición.
La situación se complica porque su coalición se compone de 17 partidos y su propia formación, el Partido de los Trabajadores, tiene apenas 85 de 513 diputados. Rousseff además tiene una clara preferencia por los técnicos, lo que dificulta más las cosas.
El origen del último conflicto fue el congelamiento de fondos discrecionales del gobierno por US$ 30.000 millones, un 2,5% del presupuesto total, en un intento de frenar la inflación, que en septiembre alcanzó el 7%, a medida que el Banco Central reduce las tasas de interés a mínimos históricos con el fin de impulsar el crecimiento, que cayó de 7,5% en 2010 a 2,7% en 2011.
Los legisladores se enfurecieron porque usan los fondos para impulsar proyectos en sus distritos, por lo cual decidieron impedir la aprobación de leyes clave en el Congreso.
Fue por eso que a mediados de mes el proyecto oficial del Mundial de Fútbol fue derrotado en el Congreso, cuando varios de sus aliados se unieron a la oposición para rechazar una ley que es exigida por la FIFA.
Los legisladores pusieron como condición para aprobar la ley la reforma de la ley forestal, que es impulsada por el poderoso lobby agrícola.
Tras una tensión de varias semanas, asesores de Rousseff finalmente informaron a los legisladores que parte del dinero será liberado a principios de este mes.
La promesa pareció surtir efecto. A mediados de la semana pasada, la Cámara Baja aprobó el proyecto mundialista, que aún debe ser debatido en el Senado.
La mandataria también resolvió permitir una votación sobre la ley forestal.
Rousseff necesita mejorar con urgencia su relación con el legislativo, ya que debe aprobar otras leyes cruciales que incluyen una revisión del código de minería del país y la asignación de regalías petroleras.
Un analista señaló que las causas de la crisis eran el tamaño de la coalición y el estilo de gestión de Rousseff, y teme que los problemas volverán.
“A Rousseff no le gusta hacer política con el Parlamento, prefiere hablar con los técnicos para resolver problemas, y los congresistas están acostumbrados a participar en cargos públicos y liberación de recursos” explicó Carlos Lopes del Intituto Analise a la agencia AFP.
Los problemas no se terminan. Medios locales ya reportaron que algunos legisladores evalúan abandonar la coalición.