Banco Central Europeo ajusta al alza su proyección para IPC y PIB
Mantuvo las tasas y expertos no ven cambios en próximas citas.
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Las reuniones del Banco Central Europeo (BCE) acusan aún la “resaca” del festejo de marzo. La avalancha de medidas de estímulo anunciada hace tres meses dejó a la institución casi sin margen adicional de maniobra. Entonces bajó los tipos a 0%, recortó la facilidad de depósito a -0,4%, amplió el alivio cuantitativo (QE) e incluyó la deuda corporativa en su programa de compras. El presidente del BCE, Mario Draghi, destacó ayer que el paquete anunciado en marzo fue esencial para mejorar las condiciones de financiamiento.
La reunión de ayer concluyó sin cambios en la política monetaria del BCE y esta situación podría repetirse en las próximas citas. La única variación que contemplan los analistas serían nuevos cambios en el programa de compra de deuda. Pero estas novedades, en todo caso, se harían de rogar, teniendo en cuenta que a la fecha, el BCE todavía no había puesto en marcha una de sus últimas medidas: la compra de deuda corporativa.
Compra de deuda corporativa
A partir del 8 de junio, el BCE añadirá a su abanico de adquisiciones la deuda de las empresas.
El programa del BCE comprende bonos denominados en euros emitidos por empresas no financieras establecidas en la eurozona y con un rating de grado de inversión. Tras el anuncio realizado en marzo, los cálculos de Bloomberg cifraban en más de 500.000 millones de euros los bonos con estos requisitos.
Muy lejos queda aún el objetivo de inflación del BCE, establecido en el entorno del 2%. Ayer, de hecho, la institución europea ha revisado sus previsiones trimestrales tanto de inflación como de crecimiento.
El IPC de la eurozona concluirá 2016 con alza de 0,2%, una décima más que la estimación de marzo, y la economía podría acelerar a 1,6%, dos décimas sobre el 1,4% previo.