El fabricante de vehículos sueco Saab Automobile anunció hoy que apelará la decisión de un tribunal sueco de rechazar su solicitud de reestructuración de la empresa y de suspensión de pagos por su falta de liquidez.
"Les pedimos a todos los acreedores que se calmen hasta que acabe el proceso de apelación", dijo hoy en una rueda de prensa a las puertas de la factoría de Trolhättan (sur de Suecia) Victor Müller, presidente de Saab y de Swedish Automobile, la firma holandesa que compró el fabricante sueco hace un año a General Motors.
La resolución de la corte sueca, hecha pública un par de horas antes, resaltó que Saab no cumple las condiciones para someterse a administración judicial porque no ha presentado un plan de financiación fiable y porque su situación ahora es peor que en 2009, cuando sí le fue aceptada la solicitud de reestructuración.
Müller señaló en cambio que el razonamiento del tribunal es equivocado y que además la primera reestructuración sí tuvo éxito, por lo que cree que hay "buenos motivos" para una apelación.
Pero aunque la Audiencia Nacional rechace el recurso, Müller negó que eso pueda suponer el fin de la empresa, amenazada por una solicitud de quiebra que puedan presentar los acreedores o los empleados, a los que no se les paga desde julio.
"Aún no estamos muertos. No estábamos muertos ayer y definitivamente tampoco estamos muertos hoy", dijo Müller, quien añadió que luchará hasta el final.