El Senado de EE.UU. aprobó hoy nuevas sanciones
unilaterales contra Irán, dirigidas a su sector energético, y que también
sancionaría a empresas que hagan negocio con Teherán.
La medida, que busca frenar el presunto programa nuclear de Irán al impedir las
importaciones de gasolina, pasa ahora a la Cámara de Representantes, que prevé
someterla a votación a lo largo de la jornada.
Posteriormente, pasará al Despacho Oval para la firma del presidente Barack
Obama.
Entre otros elementos, la iniciativa amplía las sanciones aprobadas
recientemente por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y por la Unión
Europea, mientras continúa la búsqueda de una solución diplomática con el
Gobierno de Teherán.
La legislación sanciona a negocios que suministren petróleo refinado a Irán u
ofrezcan apoyo a la Guardia Revolucionaria de Irán o a su programa nuclear.
Irán depende en gran medida de las importaciones de gasolina o combustible para
aviones debido a una deficiente capacidad para refinar el crudo.