Internacional
Tres poderosos directores ejecutivos recién caídos de grandes compañías
Humillantes despidos y millonarias indemnizaciones marcan las polémicas salidas de gerentes de firmas de primer nivel.
Por: Equipo DF
Publicado: Lunes 3 de octubre de 2011 a las 05:00 hrs.
Por Leonardo Ruiz Pereira
Septiembre fue un mes agitado para las grandes empresas que vieron partir a los cabecillas de sus equipo. Carol Bartz, la ex CEO de Yahoo, fue despedida por teléfono debido a que no logró evitar que sus rivales Google y Facebook le quitarán usuarios en Internet. Leo Apotheker, ex director ejecutivo de HP, fue removido después de hacer cambios estratégicos que incomodaron a los inversionistas. Estuvo menos de un año en la compañía. Y Oswald Gruebel, la única persona en el mundo que ha dirigido los dos mayores bancos suizos, renunció a UBS una semana después de que se destapara la pérdida de
US$ 2.300 millones en operaciones no autorizadas.
Los tres tienen carreras consolidadas y llegaron a sus cargos llenos de ideas, pero eso no evitó que malos resultados lo hicieran partir. En dos de los tres casos, sus partidas incluso hicieron subir las acciones de sus empresas en más de 5%.
¿Aló?, ¡estás despedida!
El 6 de septiembre el presidente de Yahoo, Roy Bostock, había agendado una reunión con Bartz (63) en un aeropuerto cercano a Nueva York. El clima lluvioso impidió que ambos se reunieran y él se vio obligado a decirle por teléfono que estaba despedida de la compañía que jugó un rol dominante en la era 1.0 de Internet.
En julio, Yahoo tuvo una caída inesperada en los ingresos del segundo trimestre, que según Bartz fue responsabilidad del equipo de ventas de publicidad en Internet. Pero expertos piensan lo contrario. “La desaceleración de la publicidad en Internet se debió simplemente a su incapacidad de mantener al equipo unido los últimos 18 meses”, dijo a Bloomberg el analista de RBC, Ross Sandler.
Bartz, que asumió como CEO en enero de 2009, disminuyó costos con despidos y armando una sociedad con Microsoft, pero aún así no logró liderar los mercados de búsquedas y publicidad en Internet en EEUU. Según EMarketer, la participación de Yahoo en ese mercado caerá a 9,7% en 2012, desde 16% en 2009.
Pero no sólo fue el avance de Facebook y Google que puso presión a Bartz. También fue decepcionante el resultado de una disputa de cuatro meses sobre cómo compensar a los inversionistas, después de que Alibaba (donde Yahoo tiene 40%) transfiriera la propiedad de su negocio de pagos online a una empresa controlada por su presidente, Jack Ma.
Su despido, de todos modos, fue calificado como “injustificado”, por lo que la compañía tendrá que indemnizarla con US$ 10,4 millones.
Sólo once meses
El 1 de noviembre de 2010 Apotheker (58) fue nombrado director ejecutivo de HP, tras la salida de Mark Hurd por un caso de escándalo sexual. El 22 de septiembre, casi un año después, la empresa valía 46% menos y el directorio, que llevaba seis semanas evaluando su salida, decidió dejarlo ir.
Los ejecutivos de HP no estaban trabajando bien bajo su mandato. Tampoco lo ayudó su plan de no continuar desarrollando los tablet y smartphones de la compañía en etapa inicial; gastara
US$ 10.300 millones en adquirir al fabricante de software Autonomy; y evalúa escindir su división de PC. A final de cuentas, Apotheker ganó
US$ 34,7 millones por once meses de trabajo.
Sin plan de sucesión
Después de trabajar 37 años en Credit Suisse, Gruebel (67) se unió a UBS en febrero de 2009. El ejecutivo había perdido el respaldo del directorio del banco antes de renunciar, porque éste se negaba a apoyar su idea de revisar la estrategia de la compañía. Gruebel pretendía mantener a UBS como un banco universal y se había transformado en un obstáculo para reducir la unidad de banca de inversión, a lo que se oponía, esperando que la situación financiera mejorara.
La partida de Gruebel coincide con la falta de un plan de sucesión en UBS, ya que el presidente Kaspar Villiger se irá en 2013. Analistas dicen que fue un error no retenerlo, porque muestra que el banco está desorganizado, especialmente porque su salida ocurrió tras la escandalosa pérdida de
US$ 2.300 millones en operaciones no autorizadas, que hicieron a UBS rebajar su previsión para el tercer trimestre. Las acciones del banco han caído 7,4% desde entonces.