Por Constanza Morales H.
Desde hace mucho tiempo, los expertos han afirmado que la única manera de estimular el crecimiento económico es a través de la liberalización del comercio. Tomando en cuenta esta visión, la Unión Europea decidió este año promover nuevos tratados de libre comercio (TLC) como una forma de apuntalar la debilitada economía de la zona euro. En febrero lanzó el acuerdo con Estados Unidos, pacto que crearía la mayor área de libre comercio del planeta. Un mes más tarde, el bloque comenzó oficialmente las negociaciones para lograr un convenio con Japón.
Quizás la prueba más clara del renovado esfuerzo europeo por alentar el intercambio con otras naciones fue el anuncio del viernes. La UE y Canadá habían zanjado todas sus diferencias para lograr un TLC. El pacto no es menor, ya que es el primer acuerdo entre la comunidad y uno de los miembros del grupo de las ocho mayores economías.
Se espera que este tratado sirva como impulso para las negociaciones entre la UE y Estados Unidos. Sin embargo, en los últimos meses el comercio mundial ha sido testigo de un resurgimiento silencioso de las medidas proteccionistas.
Si bien las formas tradicionales de proteccionismo, como los aranceles y las herramientas de defensa como las salvaguardias, son utilizadas de manera menos frecuente, los países están favoreciendo políticas más sutiles para evitar sanciones por parte de la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero que igualmente apuntan a “empobrecer al vecino”.
“Los gobiernos se han convertido en expertos en inclinar el campo de juego a favor de las firmas domésticas sin provocar la ira de sus socios comerciales”, dice un reciente estudio de Global Trade Alert, organismo independiente que monitorea las políticas que afectan el comercio internacional.
El informe reveló que entre junio de 2012 y mayo de este año se implementaron 431 nuevas barreras al comercio de bienes y servicios. Esta cifra sobrepasó considerablemente las 141 iniciativas adoptadas para liberalizar el comercio. A esto se suma que alrededor del mundo se están analizando otras 183 medidas.
Pero eso no es todo. La estimación inicial de las medidas de protección aplicadas entre octubre del año pasado y marzo de 2013 es el peor registro desde el inicio de la crisis financiera en 2008.
Mayores economías lideran
Las naciones del G8 fueron responsables del 30% de las restricciones al comercio en los doce meses a mayo. Cuando se incluye a los otros miembros del G20, la proporción se dispara a 65%, con 150 medidas proteccionistas.
Los denominados BRICS –Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica– implementaron 132 iniciativas que dañan a sus socios comerciales, mientras que el resto del mundo aplicó 149 barreras.
Si se consideran todos los obstáculos al comercio impuestos desde noviembre de 2008, nuevamente las principales potencias lideran el listado. La Unión Europea aparece en el primer lugar, con 372 restricciones. Le sigue Rusia, con 231. Más atrás quedan Argentina (185) e India (113).
El hecho que “tantas de las naciones más proteccionistas en la Tierra son las mayores economías es una preocupación real, especialmente porque mucho del proteccionismo de la era de crisis todavía no se desarrolla”, alertó Global Trade Alert.
En los últimos cinco años, el país que se ha visto más afectado es China. Sus intereses comerciales han sido dañados casi mil veces por las movidas de sus socios comerciales.
Proteccionismo sofisticado
A comienzos del mes pasado, y tan sólo unos días después de haber asumido como director general de la OMC, Ricardo Azevêdo advirtió que los datos de comercio internacional serían menores este año y el próximo debido a las barreras implementadas en diversas regiones.
“El proteccionismo está subiendo lenta y gradualmente, pero también está creciendo en diferentes maneras, se ha vuelto más sofisticado, más complejo y difícil de detectar”, declaró el brasileño en una entrevista con CNBC.
También a inicios de septiembre, la Comisión Europea publicó un informe en el que identificó 150 nuevas restricciones en el último año y casi 700 iniciativas anti competitivas desde octubre de 2008.
“Todos nosotros debemos apegarnos a nuestro compromiso de luchar contra el proteccionismo. Es preocupante ver tantas medidas restrictivas que aún son adoptadas y virtualmente ninguna abolida”, aseguró Karel de Gucht, comisionado de comercio de la UE.
“El G20 acordó hace mucho tiempo evitar las tendencias proteccionistas, porque todos sabemos que estas sólo dañan la recuperación global en el largo plazo”, sentenció.
