Por Isabel Ramos Jeldres
Se había anticipado por semanas, pero ayer finalmente se anunció. El vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, informó en cadena nacional que el presidente Hugo Chávez Frías murió a los 58 años víctima de un cáncer, poniendo fin a una era que se extendió por catorce años.
“Recibimos la información más dura y trágica que podamos transmitir. A las 4:25 de la tarde de hoy 5 de marzo ha fallecido el presidente Hugo Chávez Frías”, comunicó Maduro visiblemente emocionado y rodeado de ministros del gabinete.
El vicepresidente estaba en el Hospital Militar, donde permaneció Chávez desde que volvió de Cuba el 18 de febrero, tras ser sometido a una cuarta intervención. Esta vez, sin embargo, sufrió una infección respiratoria que agravó su estado hasta su fallecimiento.
Pocos minutos después de comunicada la noticia, el ministro de Defensa, el almirante Diego Molero, anunció el despliegue de las Fuerzas Armadas para garantizar la paz “y hacer cumplir la Constitución”, además de jurar lealtad a Maduro.
Chávez había ganado su tercera reelección en octubre de 2012, pero no fue capaz de asumir el nuevo mandato el 10 de enero. La duda será ahora quién asumirá el gobierno.
Antes de volar a La Habana para su última operación, Chávez designó a Maduro como su heredero político y pidió a los venezolanos que voten por él para continuar su obra. En la oposición, en tanto, el candidato con más opciones para disputar el cargo sería el gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, quien enfrentó a Chávez en los últimos comicios. El líder de la oposición expresó ayer su condolencia a la familia del difunto mandatario, y a través de Twitter hizo un llamado a “la unidad de los venezolanos”.
Los expertos se preguntan si Maduro será capaz de capitalizar el apoyo que tenía Chávez, y continuar su proyecto bolivariano, que dependía fuertemente de la personalidad carismática del fallecido mandatario.
El nombre de quien ejerza ahora como presidente interino genera polémicas. Si bien, la Constitución señala que en caso de que el mandatario en ejercicio muera dentro de los primeros cuatro años de su gobierno, deberá ser reemplazado en forma interina por el vicepresidente. Sin embargo, la Carta Magna establece que si el gobernante fallece antes de haber asumido oficialmente la administración, deberá ser reemplazado por el presidente de la Asamblea Nacional, en este caso, Diosdado Cabello, otro líder chavista que encabeza una facción rival a la de Maduro. En todo caso, cualquiera de los dos deberá convocar a elecciones dentro de los próximo 30 días.
Maduro acusa intervención
Durante la tarde, Maduro había preparado el escenario con un discurso televisado de más de una hora, donde reconoció la gravedad del estado de Chávez, acusó una conspiración en su contra y llamó al pueblo a defender la revolución bolivariana en las calles.
Maduro realizó las declaraciones después de una reunión extraordinaria en el Palacio Presidencial de Miraflores, donde participaron ministros, gobernadores y alto mando militar.
En su discurso, el vicepresidente aseguró que el cáncer del mandatario fue un “ataque” de sus enemigos, y afirmó incluso que tiene pruebas sobre una conspiración en contra de la salud de Chávez, que ha dirigido a Venezuela por los últimos catorce años.
Maduro comparó la situación de Chávez con el fallecimiento de Yasser Arafat, y acusó que a Chávez se le “inoculó” el cáncer. “Los enemigos históricos buscaron el punto para dañar la salud de nuestro comandante”, aseveró. En este contexto, Maduro anunció la expulsión del agregado aéreo de EEUU, David del Mónaco, acusándolo impulsar un “plan desestabilizador” entre los militares venezolanos. “A Venezuela se le respeta, a nuestra Fuerza Armada se le respeta”, declaró.
Larga enfermedad
Chávez reconoció que padecía cáncer en junio de 2011, pero nunca especificó de qué tipo se trataba. Sólo se sabía que estaba localizado en la zona pélvica. Fue operado cuatro veces en Cuba, la última de ellas en diciembre del año pasado.
El 18 de febrero Chávez volvió a Venezuela. En medio del hermetismo, el gobierno reconoció que el presidente respiraba a través de una cánula en su garganta, lo que le impedía hablar. Pero las autoridades se preocuparon de subrayar que el mandatario se comunicaba de otras formas, y que seguía dando órdenes para dirigir al país.