La continua contracción del crédito para las PYME complica la recuperación de Irlanda

El gobierno, que tuvo que rescatar a la banca del colapso, no puede presionar a las entidades para que aumenten la aprobación de préstamos riesgosos.

Por: | Publicado: Martes 16 de octubre de 2012 a las 05:00 hrs.
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Según el último reporte de la Oficina de Supervisión Crediticia (CRO) de Irlanda, las condiciones de crédito para las PYME, que forman la mayor parte de la economía interna, se volvieron más restrictivas en 2012. Las dinámicas de oferta y demanda han jugado un papel, pero dada su enorme participación en los todavía frágiles bancos irlandeses, el gobierno cometería un error si presiona a las entidades financieras para que asuman más préstamos riesgosos.

La CRO fue creada en 2010 ante el temor de que el casi colapsado sector bancario profundizara la crisis económica negando crédito a las PYME. La CRO es responsable de revisar las apelaciones de las PYME a las que se les han rechazado préstamos al igual que el desempeño de los dos “bancos clave” –Bank of Ireland (BOI) y Allied Irish Banks (AIB)– frente a las metas de préstamos fijadas por el gobierno. En vista de las altas sumas de dinero público usado para salvar a la banca y la limitada competencia en el sector como resultado de la reestructuración tras la crisis, el tema de si se están cumpliendo los objetivos tiene una considerable importancia política.

En 2011, los así llamados “bancos clave” fueron presionados para generar 3.000 millones de euros cada uno en nuevos préstamos a las PYME, un objetivo que según la CRO se cumplió. Para 2012, el objetivo combinado de ambos bancos fue aumentado a 7.000 millones de euros. Los indicios señalan que los bancos tienen dificultades para suministrar este mayor nivel de crédito. En su revisión trimestral del 8 de octubre, CRO destaca que aunque BOI y AIB reportan que aceptan más de 80% de las solicitudes formales de préstamos de las PYME, los casos de la CRO revelan que podrían hacer más para ayudar a algunas firmas a obtener crédito. El informe de la CRO no entrega datos sobre volúmenes precisos de préstamos, pero destaca que hubo un crecimiento anual en el segundo trimestre de 2012, tras un estancamiento en el primero.

Incluso si la CRO concluye a fin de año que BOI y AIB cumplieron su metas de 3.500 millones de euros, el impacto en la economía probablemente será bastante inferior a lo pretendido. Parte del problema tiene que ver con la forma en que se fijó la cifra. Aunque la intención detrás de los objetivos era impulsar el flujo de dinero fresco a las PYME para estimular la actividad económica, en la práctica gran parte de los préstamos fue destinado a la reestructuración de créditos previos más que a nuevos préstamos. Obviamente esa reestructuración tiene importantes beneficios. Una reprogramación de pagos puede ser la diferencia entre la sobrevivencia y el cierre para una firma bajo estrés. Pero al mismo tiempo, estas reprogramaciones no van a generar el tipo de expansión de las PYME que el gobierno esperaba.



Cifras en conflicto


La preocupación sobre cómo los bancos interpretan las metas de crédito del gobierno para las PYME aumenta debido a la diferencia entre las cifras de los bancos ”clave” y los datos del Banco Central de Irlanda (CBI) de mediados de 2011. Por ejemplo, mientras la CRO reportó a comienzos de 2012 que BOI y AIB cumplieron su meta combinada de préstamo de 6.000 millones de euros para 2011, el CBI indicó que los préstamos nuevos para las PYME de todos los bancos irlandeses en 2011 apenas alcanzaron 4.300 millones de euros. Además de los préstamos reestructurados, otro factor que explica la diferencia es que mientras los bancos clave consideran los préstamos aprobados, el CBI sólo considera los créditos efectivamente usados.

Las duras condiciones crediticias también quedan reflejadas en los inusualmente amplios diferenciales de tasas de interés para préstamos de diferentes valores, según el CBI. Para préstamos por debajo de 250.000 euros (típicamente para PYME) y de más de 1 millón de euros (para empresas grandes) el diferencial era de 227 puntos base, frente a 173 en la eurozona. Según la Comisión Europea, sólo las PYME de Grecia tienen más dificultad para acceder al crédito en la UE. Como sigue pendiente una recuperación que haga más viables a las empresas y los créditos, poco puede hacerse para impulsar el préstamo. El gobierno conserva una participación enorme y poco saludable en la banca, pero hay escasas señales de que vaya a hacer más para aumentar los créditos. Tras años de esfuerzo para cerrar las brechas en los balances de la banca, el gobierno se resistirá a presionar a las instituciones para que asuman grandes volúmenes de nuevos créditos riesgosos. La ausencia de alternativas queda clara en el reporte de la CRO, que se limita a recomendar a las PYME mejorar la calidad de sus planes de negocios y proyecciones de flujos de liquidez y solicitar crédito de manera más formal que informal.

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