Por S. Valdenegro/ D.Vásquez
“Todas las reformas tienen sus costos y beneficios”, dice Axel Christensen, director ejecutivo de BlackRock para Sudamérica (excluido Brasil). El experto se mantiene atento al proceso de debate de la reforma tributaria en Chile, ya que -como postula- la iniciativa también traerá efectos al principal campo de su competencia: el mercado de capitales.
“Va a haber un impacto en el mercado de capitales en general”, expone y agrega que dicha afirmación la hace desde un punto de vista neutral, basado en que cualquier inversionista, sea chileno o extranjero e independiente de donde invierta, sentirá el efecto que tendrá el proyecto impositivo sobre el valor de los activos financieros.
Algunas herramientas de inversión, como los fondos mutuos -grafica-, se tendrán que adatar a los cambios; y a otros se les podrá sacar mejor provecho, como las cuentas de ahorro previsional voluntario. Pero si la reforma se aprueba tal como está, a su juicio sólo existirá un gran perdedor: los Fondos de Inversión Privados (FIP).
- ¿Por qué la reforma tributaria afectaría de manera tan negativa a los FIP?
- La reforma deja a los FIP bastante afectados, ya que los beneficios tributarios de los que gozaban hasta ahora se eliminarían y me atrevería a decir, incluso, que los deja sin razón de ser frente a otras maneras de estructurar un vehículo de inversión, como una sociedad anónima. Esto, ya que los FIP nacieron en la primera reforma del mercado de capitales (MKI) con el objetivo de incentivar la inversión en capital de riesgo, permitiendo a los inversionistas diferir el pago de impuestos; y así, se compensaba el mayor riesgo con un beneficio tributario.
- Entonces, ¿por qué el gobierno está eliminando estos beneficios?
- Desafortunadamente, no se acotó el uso del vehículo lo suficiente y se usó para muchas cosas, desde empresas que lo utilizaron para vender filiales y diferir la tributación. Se usó extensivamente para el desarrollo de proyectos inmobiliarios, tanto así que en el 2007 en el MKII se eliminó la posibilidad de que los proyectos inmobiliarios se puedan financiar a través de FIP e, incluso la Ley Única de Fondos (LUF) consideró bastantes medidas para limitar el uso de los FIP para planificación tributaria.
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Pero ahora hasta la misma LUF está enfrentando cambios con la reforma…
- Lo que la LUF pretendió hacer, que fue aclarar mejor el rol de los FIP y la manera en que funcionaban, el proyecto de reforma tributaria en la práctica lo corta de raíz. Todo apuntaría a que, de prosperar la reforma como está, los FIP dejarían de tener mucha razón de ser. No digo que los vayan a eliminar, pero claramente como estarán afectos al 35% de retención única, hay otras maneras de estructurar el capital.
- ¿Y qué pasa con otros instrumentos, como los fondos mutuos?
- La industria va a tener que adecuarse al nuevo marco tributario, las administradoras van a tener que invertir en sistemas, ya que, por ejemplo, con las utilidades atribuidas se deberá llevar un nuevo registro para identificar rentas. Pero hay muchos productos que se hacen más interesantes tributariamente de lo que eran antes de la reforma. Entonces, el efecto va a depender de cómo la industria le comunique los beneficios a los nuevos aportantes, porque los costos efectivamente para las administradoras pueden aumentar, pero también lo podría hacer la gente que invierta a través de fondos.
- ¿Qué instrumentos se verían beneficiados con la reforma?
- Hoy en día, cuando invierto en un fondo extranjero, el impuesto al que estoy afecto depende básicamente del tramo del Global Complementario en que esté, de acuerdo a las utilidades que genere ese fondo. Eso va a cambiar, va a haber una retención del 10% sobre la renta no exenta -por tratarse de un valor extranjero- que va a ser el único pago. Entonces, si yo estoy sobre el tramo del 10% en el global complementario este cambio, como aportante, es positivo para mí, por ejemplo. También es de esperar que beneficios como este se puedan extender a otros vehículos de ahorro, como la Cuenta 2 o de ahorro voluntario de las AFP.
- Los cambios en las políticas de financiamiento de las empresas, ¿de qué magnitud serían?
- En la práctica se va a hacer más caro financiar con acciones porque el valor que perciben los inversionistas es menor porque el Estado se está llevando una mayor proporción de los ingresos generados, y se hace en términos relativos más activo financiar la inversiones y los nuevos negocios con deuda.
- Lo que podría incrementar el riesgo de las compañías…
- No necesariamente. Yo apelaría a que, en general, las empresas van a ser más prudentes. Lo que sí es que las empresas no solamente están expuestas a los resultados de sus propias decisiones, sino que están afectas a que el mundo va cambiando. Y si volvemos a tener una crisis financiera, aunque sea una carga de deuda prudente probablemente en la mitad de la tormenta, esa carga se haga más pesada de la que hubiesen tenido con una menor carga financiera.
¿Vuelven los flujos a Latinoamérica?
En las últimas semanas ha llamado la atención un retorno de los flujos a los mercados emergentes globales -principalmente India-, y aunque en Latinoamérica se observa una mejora, Christensen mantiene cierta cautela en la región. "Todavía existe preocupación, relacionado a cómo el crecimiento de China está afectando a los países de la región, ya que hay economías más expuestas, como es el caso de Chile", expuso.
También recordó que hay medidas internas que están afectando como por ejemplo Brasil, donde la situación macroeconómica sigue siendo compleja, con una desaceleración importante y tasas altas, mientras que México también sufrió los efectos de su propia reforma tributaria a comienzos de año.
"La realidad de fundamentos tampoco es suficientemente fuerte para sustentar una tesis de un vuelco importante de flujos. En el margen sí ha habido ciertos cambios, ya que los últimos indicadores muestran que China se está estabilizando en niveles de crecimiento que si bien son más bajos de los que estamos acostumbrados a ver, tampoco se acercan a una situación recesiva", explicó.
De esta forma, no ve un escenario muy adverso para la región, pero tampoco brillante como para generar un cambio drástico en los flujos.
En el caso de Chile, el director de Blackrock destacó las propuestas incluidas en la agenda energética del gobierno, ya que en su opinión pueden ayudar a destrabar proyectos de inversión, lo que tendría un efecto positivo en la bolsa tomando en cuenta el importante papel del sector eléctrico en la plaza bursátil local.