El presidente de la Bolsa Electrónica
de Chile (BEC), Juan Andrés Fontaine, anunció que el directorio que él encabeza
encargó a la administración preparar un proyecto para desmutualizar el centro
bursátil, que será presentado a los accionistas a fines de este año.
A través de un comunicado, la BEC explicó que la idea es "abrir la bolsa al mercado", separando el derecho
a negociar del derecho de propiedad del centro bursátil. De concretarse este
proyecto, los corredores podrán realizar operaciones en la BEC sin la necesidad
de ser dueños de acciones de la bolsa, requisito hasta ahora presente en todas
las bolsas de valores chilenas.
En la Conferencia "Desarrollo del Mercado Bursátil en
Chile", Juan Andrés Fontaine valoró los frutos en cuanto a ahorro interno y
productividad que han rendido los más de 30 años de reformas en pro del
desarrollo financiero. La creación de la letra hipotecaria en los ’70; la
privatización de la seguridad social en los ’80; y el impacto de MKI en el
desarrollo bursátil.
Pese a estos avances, afirmó que Chile se ha quedado atrás y
no está participando de la evolución bursátil mundial. "El objetivo de hacer de
Chile un centro financiero regional permanece incumplido. Estamos
desperdiciando la capacidad del mercado bursátil para estimular la creatividad
empresarial y financiar el desarrollo económico", comentó.
Reconoció que las responsabilidades son compartidas: "el
Gobierno debe asumir con más determinación la agenda pendiente de reformas en
el mercado de capitales. Al sector privado, y específicamente, a las bolsas,
también les cabe tomar un rol activo en la promoción del desarrollo bursátil".
¿Cómo reimpulsar el dinamismo?
Fontaine junto con reconocer que el Gobierno ha
realizado una importante campaña para mejorar la transparencia y la calidad del
gobierno corporativo, llamó a cuidar que las reglamentaciones no disuadan la
apertura de empresas y terminen ahogando su desarrollo. "La autorregulación es
un camino que estamos aprendiendo a recorrer. Para avanzar, hoy la autoridad
debe replegarse en sus facultades regulatorias. Si no lo hace, hay una
duplicación de funciones. Subsisten regulaciones excesivas que entraban el
desarrollo de nuevos productos y servicios. Hay una completa agenda de rebajas
tributarias pendientes (impuesto de timbres, impuestos a las ganancias de
capital). La reforma MKI
probó la efectividad de la palanca tributaria", resaltó.
Agregó que el principal atraso
estructural del mercado de valores chileno es la ausencia de una Contraparte
Central (CC) para las transacciones bursátiles y OTC (derivados, por ejemplo). "Esto eleva el costo de las transacciones por riesgo de contraparte y limita el
crecimiento del mercado. La falta de una CC ha impedido el desarrollo de un
mercado bursátil de derivados, tanto accionarios como de dólares y renta fija.
Hay un activo mercado extra bursátil, pero limitado por los referidos riesgos
de contraparte". Hizo un llamado a acelerar la Ley sobre sistemas de
compensación y liquidación de instrumentos financieros para la regulación de
las entidades de CC.
También señaló la necesidad de avanzar en la interconexión
en tiempo real de las tres bolsas que operan actualmente en Chile."Asegurar la
plena competencia, a través de la interconexión (como ocurre en EE.UU. y
Europa), considerando por cierto los debidos cargos de acceso, es una tarea
pendiente de la regulación", acotó.
Otra vieja inquietud que sigue sin abordarse es el impulso
al desarrollo de nuevos mercados bursátiles, para empresas emergentes o de
tamaño medio. "Los casos de Euronext y del AIM de Londres son dignos de
estudiarse. Al respecto, es llamativo que, según se informa, la estatal ENAMI
estudia la posibilidad de listar una filial en la bolsa minera de Toronto.
Santiago no ofrece esa posibilidad", dijo