Con una amplia convocatoria avanza el aumento de capital de Clínica las Condes (CLC), que impulsan los nuevos dueños de la compañía.
Con la operación, buscan inyectar $ 45 mil millones (unos US$ 48,5 millones) al establecimiento, en medio de su plan de recuperación.
El 19 de junio, la compañía anunció en un hecho esencial a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) que se suscribió el 90,457% del monto total en la primera ventana de la operación reservada para accionistas de la sociedad.
Actualmente, se desarrolla el segundo período preferencial, donde el remanente es ofrecido a los socios que participaron de la suscripción inicial, hasta el 29 de julio.
El aumento de capital también ha captado la atención del mercado. En ambas ventanas, los derechos preferentes de la operación, que permiten suscribir a la nueva emisión a actuales accionistas -con una porción mayor a su prorrateo- o a terceros, anotan altos volúmenes de transacción y montos negociados.
Bajo el nemotécnico CONDES-OSA, se han transado más de 1,5 millones de derechos preferentes desde su lanzamiento, de un total de 5 millones de acciones de la nueva emisión.
En cuanto al precio, desde su primera transacción el 15 de mayo (un día después de comenzar la operación), los instrumentos suben un 69,27%, desde $ 3.101 a $ 5.250 en el último cierre. En tanto, anota $ 5.640 millones en transacciones.
Cabe recordar que el aumento de capital considera un aporte de $ 9.500 por acción. CLC, en tanto, ha subido un 11,67% desde el inicio de la primera opción preferente, a $ 14.943, al cierre de este jueves.
El atractivo
De esta manera, alrededor de un 30% de las opciones de la operación se han transando en la bolsa.
Para el socio y director ejecutivo de Pacto Capital, Joaquín Reichhardt, esto reflejaría “la confianza en el emisor o su plan de negocios, y un mercado con apetito por activos de riesgo”.
“También evidencia capital disponible y buen nivel de actividad bursátil”, añadió.
En un comunicado de marzo, CLC detalló que el propósito de la operación es “ejecutar inversiones necesarias del nuevo plan de negocios” bajo la nueva propiedad de la compañía.
En enero se selló la salida del grupo Auguri -ligado a Cecilia Karlezi Solari- que controlaba la CLC comandado por Alejandro Gil.
Los nuevos dueños son el grupo Indisa -ligado a Alejandro Pérez, Jorge Selume Zaror y Juan Antonio Guzmán- y EuroAmerica -vinculada a la familia Davis- que compraron el porcentaje que detentaba Karlezi, quedando cada uno con cerca del 28% de CLC.
La hoja de ruta de los nuevos dueños también ha incluido destrabar gran parte de los conflictos y controversias del establecimiento. A mediados de junio anunció término del conflicto judicial y arbitral que sostenía con las isapres Banmédica y Vida Tres.
Pero CLC mantiene desafíos pendientes: enfrenta el vencimiento de su bono B, mientras que a nivel operativo, al primer trimestre anotó pérdidas por $ 23.624 millones, resultados que atribuyó en gran parte a la administración anterior.