La Bolsa de Tokio volvió a sucumbir hoy a la escalada del precio del petróleo y registró una de sus mayores caídas del año, en la que también influyó la incertidumbre sobre el futuro del Gobierno nipón tras la marcha del ministro de Exteriores.
El selectivo Nikkei cedió 1,76%, y quedó en 10.505,02 unidades, con lo que perdió las ganancias de la semana anterior.
El Topix, donde cotizan todos los valores de la primera sección, bajó un 1,46%, y terminó en 941,63 enteros.
Tras dos últimas sesiones en alzas, el ánimo se deprimió a causa de que los futuros del petróleo alcanzaron su máximo nivel en dos años al cierre de Wall Street el pasado viernes, debido a la preocupación por las revueltas árabes.
Donde más nítidamente se apreciaron los efectos del petróleo fue en el sector de la automoción, cuyos fabricantes e industrias proveedoras pueden padecer una caída de la demanda ante los repuntes del precio de ese combustible.