Como sucede con la inflación, el petróleo no encuentra techo.
Es hoy vuelve a pulverizar un record histórico al cotizarse por encima de los
142 dólares, para sufrimiento de las bolsas. Con el dólar a la baja, el barril
West Texas lleva sus récords hasta los US$ 142,26, y el Brent hasta los US$ 142,13.
En tiempos de incertidumbre extrema como los actuales, el
petróleo continúa sin encontrar rival a la hora de atraer el dinero de los
inversores, en detrimento de otros mercados como los de renta variable.
El rally en su precio sigue desatado, con una revalorización
acumulada sólo en lo que va de año próxima al 50%. Tanto el barril West Texas
como el Brent han superado esta mañana con creces la barrera de los 141
dólares, y posteriormente, la de los 142 dólares.
Los inversionistas encuentran nuevas excusas para prolongar
esta escalada. Una de las últimas es la debilidad que vuelve a mostrar el
dólar. El mensaje lanzado esta semana por la Reserva Federal
fue interpretado por el mercado como una sugerencia de que la subida de los
tipos de interés en Estados Unidos no será tan próxima como cabría esperar. En
la eurozona, en cambio, los analistas dan por sentado que el Banco Central
Europeo subirá los tipos el próximo jueves. El resultado es que el euro ha
retomado sus avances, para cambiarse por encima de los 1,575 dólares.
Los últimos sobresaltos en el terreno de las tensiones
geopolíticas, incluyendo rumores desmentidos de ataques a Irán, también han
servido para facilitar el acelerón del precio del petróleo hasta cifras récord.
Los movimientos especulativos, en un contexto donde el crudo
se ha convertido en la alternativa más rentable de inversión, y las previsiones
de analistas e incluso de la
propia OPEP dejan por el momento vía libre a los avances.