Las medidas aprobabas hasta ahora han supuesto ya un
desembolso de US$ 900.000 millones para la administración Bush. El
nuevo plan, si se aprueba, impulsará esa cifra bien por encima de los mil
millardos.
Imagínese que mañana por la mañana llega un señor trajeado a
su casa y le presenta una factura de 4.358 dólares (3.061 euros) por cada uno
de los miembros de su familia que vive allí. “¿Usted, su pareja y dos niños?
Pues son 17.432 dólares, gracias”. Cuando pregunta por los motivos de la
factura, el señor del traje le dice que se trata de salvar el sistema
financiero y que, por su propio bien, debería firmar inmediatamente.
Pero el señor del traje trata de tranquilizarle
diciéndoleque el pago no es a fondo perdido, que si el plan funciona, las entidades
que van a recibir su dinero se lo van a devolver en un futuro y que incluso
podría llevarse algún beneficio. ¿Cuándo? “No se sabe todavía con certeza”.
¿Seguro? “Si todo va bien, sí”. ¿Y si va mal? “Si va mal, esos 17.431 dólares
no van a ser lo peor que le va a ocurrir”.
Probablemente no le haría ninguna gracia, pero esa escena es
una metáfora aproximada de lo que le está ocurriendo a los ciudadanos
estadounidenses, debido a las medidas que está adoptando el Gobierno de EEUU
para solucionar la crisis financiera: utilizar dinero público para ayudar al
sector privado a salir de la crisis, en aras del bien común.
Las medidas adoptadas hasta ahora ya han supuesto un
desembolso de 929.000 millones de dólares por parte de la Administración. Si
a ello se suma una estimación conservadora de 400.000 millones de dólares para
el posible plan de adquisición masiva de préstamos morosos (que es lo que costó
la última acción similar -la del Resolution Trust Corp. en 1989-), la factura
superaría los 1,3 billones. Esa cifra dividida entre cada uno de los 305,2
millones de estadounidenses da un total de 4.358 dólares por ciudadano.
Hasta ahora, la medida más onerosa han sido los 300.000
millones de dólares concedidos a la Administración Federal
de Vivienda para refinanciar y dar garantía a hipotecas con riesgo de impago.
Justo después, aparece el rescate de las agencias hipotecarias Fannie Mae y
Freddie Mac, que podrían recibir hasta 100.000 millones de dólares cada una a
cambio de nacionalizar ambas entidades. A ello se suman los 200.000 millones de
dólares que la Fed ha puesto a disposición de la banca en forma de préstamos, y
la factura por distintos rescates y mediaciones de bancos y aseguradoras.
Pero lo más frustante para el contribuyente estadounidense
es que realmente la factura es por su bien. Si el sistema financiero se hunde,
los más perjudicados no serán los banqueros con millones de dólares ahorrados,
sino la inmensa mayoría de los ciudadanos.
La banca central sigue inyectando liquidez
Los principales bancos centrales volvieron a inundar ayer
los mercados de efectivo, un día después de haber anunciado un plan coordinado
para proveer de liquidez a la
banca Y que ésta pueda continuar con su operativa normal. El
Banco Central Europeo volvió a prestar 40.000 millones de dólares a un día a
las entidades de la eurozona, exactamente los mismos 40.000 millones que ya
concedió el jueves y que ayer los bancos tuvieron que devolver a primera hora.
A ello se ha sumado el préstamo a 28 días por un valor de
25.000 millones de dólares, que también renueva una inyección previa a la banca. Los bancos
centrales de Japón, Australia, India e Indonesia prestaron un total de 42.000
millones de dólares en los mercados monetarios.
Entre el Banco de Inglaterra y el Banco de Suiza también
concedieron préstamos a un día a la banca por valor de 30.000 millones de
dólares. Las inyecciones a un día efectuadas un viernes deberán devolverse el
próximo lunes. Esta provisión de dólares en el mercado es consecuencia directa
de la acción coordinada anunciada el pasado jueves por la que la Reserva Federal de
EEUU puso a disposición del mercado US$ 180.000 millones .