Todo diría que hay que apostarle a la bolsa japonesa. El Nikkei, principal indicador de la plaza nipona, no ha parado y ya suma 13 jornadas de alzas consecutivas. Se trata de su mejor racha de ganancias desde 1988.
Ayer, el selectivo de la Bolsa de Tokio registró un alza de 0,40% y se ubicó en los 21.448 puntos, su punto más alto desde noviembre de 1996.
El rally alcista de la principal plaza de Asia está asociado al optimismo de cara a las elecciones del próximo domingo en Japón. Sin embargo, no habría que nublarse por los números.
De acuerdo a un reciente informe de Inversiones Security, los comicios de este domingo ofrecen una ventana para abordar posibles cambios en el rumbo de la economía japonesa y así revisar posicionamientos.
En este contexto, señala que “actualmente Japón es nuestro sesgo más relevante en la renta variable, con una subponderación de 5%, basada en el impulso que el debilitamiento del yen entrega a la bolsa”.
Esto, a pesar de que Security destaca que la economía japonesa pasa por un buen momento, como no sucedía hace años, con un mayor apoyo desde la política monetaria.
Tras las elecciones la entidad tiene perspectivas positivas para Japón y su bolsa. “El debilitamiento del dólar y la recuperación de la actividad a nivel global serían apoyadas por mayor gasto fiscal, favoreciendo a la bolsa”, dice el reporte.
Sin embargo, la entidad mantiene la visión de subponderar la renta variable japonesa dentro de un portafolio diversificado.
Sobre las elecciones, el escenario base de Security incluye una mantención de la mayoría del actual gobierno, pero sin obtener los dos tercios que necesita. “De lograrlo habría un cambio en el uso de recurso del alza de impuestos programada, priorizando el gasto militar y en seguridad social”, señala.
