La caída en los inventarios de crudo y gasolina en EEUU, junto a una ”amplia escalada de las materias primas”, llevaron a ENAP a informar que el precio de la gasolina quedará en
$ 19,4 para la de 93 octanos y en $ 22 para la de 97.
Es así como, a partir de hoy, los consumidores pagarán en promedio $ 735,4 por la primera y $ 768 por la segunda, alcanzando su nivel más alto desde octubre de 2008, en plena crisis subprime.
No obstante, la subida no marcaría un cambio en la tendencia. Según la economista de Econsult, Michèle Labbé, “lo más probable es que los precios se mantengan en los niveles actuales por un buen tiempo”. Labbé agrega que en gran medida el alza está relacionado con un aumento en el precio internacional de los derivados del petróleo, más que del crudo en sí.
De hecho, en julio el barril WTI se ha mantenido en un rango de entre US$ 95 y
US$ 98. Sin embargo, persisten las visiones alcistas. Para el jefe de commodities de BNP Paribas, Harry Tchilinguirian, en lo que resta del año habrá una mayor demanda mundial del crudo, lo que presionaría el precio al alza. “En particular, creemos que China no va a sacrificar su crecimiento económico para contener su inflación”, asegura desde Londres.
El experto señala que los países de la OPEP intentarán producir más en los siguientes meses, pero que no será suficiente como para mantener al precio en los niveles actuales, ya que “este aumento en parte será absorbido por el crecimiento estacional de la demanda”.