Una serie de eventos están conjugándose en los mercados como para pensar que la volatilidad que se ha visto en los últimos días seguirá presente. Y si no es por las próximas semanas, será por los meses que siguen. Un movimiento inusual en las acciones, un récord en la volatilidad –con el índice VIX cerrando varios días sobre los 30 puntos-, más de 700 puntos de cambios en el índice S&P 500 en una semana y los movimientos del petróleo; todos son elementos que fueron analizados por ejecutivos de Deutsche Bank, quienes buscaban saber cómo reaccionó el mercado en periodos pasados ante la confluencia de estos factores.
La investigación arrojó que cada vez que el VIX -índice que mide la volatilidad de los mercados- saltó sobre los 30 puntos, la volatilidad siguió en esos niveles incluso por meses. "Por tanto, debemos advertir a nuestros lectores a no ser demasiado rápidos al desestimar lo que sucedió en las últimas dos semanas como una simple 'reacción exagerada'", señala el reporte del banco.
El VIX, muchas veces llamado el índice del miedo, terminó el viernes en 27,8 puntos, lejos del peak de días anteriores, pero aún bastante más alto que la tendencia que traía en todo el año.
China sigue con pérdidas
Como ejemplo de esta alta volatilidad está la bolsa de China. A causa del cierre del miércoles, por la conmemoración del 70 aniversario del fin de la II Guerra Mundial, la Bolsa de Shanghai llevaba cuatro sesiones consecutivas sin actividad. Ayer, al reanudar las transacciones, la plaza se vio influenciada, principalmente, por una revisión a la baja en el crecimiento del gigante asiático, cediendo terreno.
El festivo se produjo en medio de un nuevo espiral bajista en la renta variable. Pero los cuatro días de inactividad no han logrado poner frente a las ventas. Las caídas rondaban el punto porcentual a falta de una hora para el cierre de la sesión.
La última hora agravó los números rojos y las pérdidas en el índice Shanghai Composite alcanzaron finalmente el 2,5%, hasta los 3.080 puntos. De esta forma pone en peligro el nivel de los 3.000 puntos y se acerca a sus mínimos del año, los 2.850 puntos registrados a finales del mes de agosto.
Las plazas europeas cerraron mixtas, la mayoría de ellas con alzas, salvo España. El Ibex se desmarcó del resto de Europa con recortes moderados, pese a que en la apertura se acercó a los 10.000 puntos. Al cierre, perdió 0,17% hasta los 9.805,40 puntos. Por su parte, el DAX sumó 0,7% y cerró por encima del umbral de las 10.000 unidades, a pesar de las dudas generadas por el menor repunte de lo esperado de la producción industrial en Alemania.
Wall Street, por su parte, permaneció cerrado ayer ante las celebraciones del Día del Trabajo en Estados Unidos.
