A pesar del positivo mes que acaba de cerrar la Bolsa de Comercio de Santiago, hubo un único sector que no se sumó al avance: la banca, que cerró enero con un retroceso de 3,53%, arrastrada por el desempeño de Itaú-CorpBanca y Santander, cuyas acciones perdieron 5,36% y 5,77% de valor, respectivamente.
Las razones de esta baja en conjunto -que al cierre de ayer llegaba hasta el 3%- son múltiples, e incluso hay algunas que dependen de cada entidad. Sin embargo, algo que afecta a todos los bancos por igual es el lento crecimiento de la economía local y las sorpresivas cifras inflacionarias que se vieron en diciembre pasado y que llevaron al IPC anual a cerrar con un acumulado de 2,7% situándose bajo el rango meta del Banco Central, e incluso menor a las estimaciones del último IPoM. A raíz de esto y de que los créditos están valorizados comúnmente en Unidades de Fomento, las utilidades de los bancos caen cuando el IPC es menor.
En esa misma línea, se encuentra la fortaleza que mostró el sector financiero en diciembre respecto a los demás indicadores, cuando la bolsa local cayó con fuerza. Luego vino el rebote del comienzo del año, gracias a la entrada de grandes flujos que entraron al país con exposición a América Latina, situación que no pudieron capitalizar los bancos, que cuentan con gran exposición a los activos locales.
En cuanto a las razones particulares de las compañías que presentan más descensos, tienen que ver con el lento proceso de fusión de Itaú-CorpBanca, que al cierre de ayer acrecentaba sus pérdidas en bolsa en un 9,22% anual, mientras que el Santander -con bajas del 4,24%-, se vio afectado por su mayor exposición de activos en UF.
Buenas expectativas
Sin embargo, a pesar de que enero fue un mes en rojo, las proyecciones para el sector en el resto del año son positivas. En el corto plazo -entre los meses de marzo y abril- se realizan las entregas de dividendos, lo que según Andrés Galarce, analista senior de EuroAmerica, le dará un soporte positivo a las compañías.
Sebastian Gallego, Equity Research de Credicorp, señala que “las grandes oportunidades para los bancos locales estarán por el lado de entrar en el sector de rentas altas, y al sector retail, donde se está concentrando la mayor dinámica”.
Por el contrario, los riesgos para el sector estarán arraigados en que se mantengan las pobres cifras macroeconómicas que está presentando la economía, así como también en una nueva corrección en términos de inflación, en medio de la presentación del IPC de enero que se realizará hoy y que se espera esté en un 0,2%. En menor medida, los expertos apuntan a las definiciones de los candidatos presidenciales, y a la transición de los bancos a la nueva regulación financiera, Basilea III.
