A un día de que se desatara la euforia en el sistema bancario por las medidas del Banco Central (BC) y Hacienda para inyectar liquidez, el mercado ya internalizó la idea que esto no cambiará el rumbo de la TPM y que en enero la rebaja no será más allá de 25 puntos base.
Entre los analistas, el consenso es que sólo en un escenario catastrófico el BC tomaría medidas más agresivas, pues esto acarrearía un efecto no deseado en la inflación. Para Cristobal Doberti de BICE Inversiones, la decisión del instituto emisor no debería ir más lejos de lo ya internalizado, al estimar que “no es necesaria una baja más pronunciada”. Doberti recuerda que “cuando el Banco Central mueve la tasa, se transmite a través del sistema bancario”, por lo que los efectos suelen demorar un par de trimestres en sentirse en el mercado real.
Por su parte, el economista de BanChile Inversiones, Nathan Pincheira, señala que dada la coyuntura actual aumenta la probabilidad que el instituto emisor decida bajar la tasa incluso en 50 puntos base, aunque aclara que esta situación sigue siendo más remota que las expectativas que tiene hoy el mercado.
“Hay que esperar el resultado de las REPO y el efecto que éstas tengan en el sistema”, afirma, agregando que en las próximas semanas las medidas ayudarán a los bancos a acceder a más liquidez.
En la misma línea, la gerente de finanzas de Nevasa, Dolores Roeschmann, indica que el alza en los precios es un factor que el BC tiene que tener en cuenta.
“Si hay una inflación más alta como en los últimos tres meses, el Banco Central podría considerar otras medidas”, dice, pero agrega que por ahora no hay factores que lleven a una baja de la TPM sobre 25 puntos base.