Más allá de la volatilidad de comienzos de año, sin duda 2016 ha sido, al menos hasta ahora, un buen año para los productores de petróleo si se compara con los pasados ejercicios.
En lo que va del año, mientras el crudo WTI ha subido un 7,2%, el Brent lo ha hecho un 6,45%. Sin embargo, la semana pasada los temores volvieron a rondar a la industria petrolera, luego de cerrar una semana con pérdidas en sus precios, después de más de un mes al alza.
En el caso del crudo Brent, la caída fue de 2,3%, tras alcanzar los US$ 44,26 por barril. Por su parte, el petróleo WTI tuvo una pérdida de 3,04% en su valor tras alcanzar los US$ 44,63.
¿Quiénes son los responsables de este cambio de tendencia? La respuesta resulta ser el mismo dolor de cabeza de siempre: el exceso de oferta. Y es que durante la semana pasada se conocieron los indicadores de reservas del mercado estadounidense, los que alcanzaron los niveles más altos desde 1929, a lo cual se sumó el incremento en la producción de los miembros de la OPEP.
De este modo, ambos factores no permitieron que la disminución de producción de América del Norte se viera reflejada en un alza en los precios.
Y a pesar de que el viernes ambos crudos cerraron en positivo, en el mercado no son optimistas. “La recuperación de los precios del petróleo está tambaleando”, dijo Eugen Weinberg, jefe de investigación de materias primas de Commerzbank AG en Frankfurt.
Para el especialista, los costos de producción no serán duraderos, y lo ocurrido en la semana cambiaría un sentimiento del mercado, lo cual afectará negativamente los precios futuros del commodity.
