Tiene una larga trayectoria en el servicio, al que llegó en 1990 en Puerto Montt. En 2005 fue designado como el primer director regional escogido por ADP en Valparaíso.
Ahora, como la máxima autoridad del servicio, enfrenta uno de los desafíos más grandes en la historia de la institución: poner en marcha el nuevo rol que le asigna la reforma previsional al IPS.
Si (el tarifario) es paquetizado o segmentado de acuerdo a la necesidad, son conversaciones que se tienen que ir dando según las necesidades de los actores que los requieran.
Con la ley 21.735, que reformó el sistema de pensiones, la entidad asumirá nuevos retos y podrá ofrecer el servicio de administración de cuentas a actores expertos en gestión de inversiones.
“Nosotros ya en el verano visualizamos que podría existir un acuerdo parlamentario para dar vida a la reforma previsional y por lo tanto, ya en esa época empezamos a organizarnos internamente”, sostuvo en entrevista con DF.
Equipo implementador
- ¿Cómo se están organizando?
- Hay distintas capas de coordinación, una ministerial, que está dirigida por el ministro de Hacienda y el ministro del Trabajo. Luego, hay otra que lidera el subsecretario de Previsión Social, donde nosotros participamos a través de reuniones semanales junto a otros actores.
- ¿Y en el IPS?
- Internamente tenemos un comité directivo de la reforma previsional, donde están las máximas autoridades del servicio, pero también hay profesionales y técnicos donde vamos haciendo el seguimiento y el desarrollo del control de cada una de las etapas en lo que respecta al rol del IPS.
Y tenemos un equipo implementador, que está encabezado por el jefe de la División Beneficios (Fernando Arias), donde a su vez hay mesas técnicas, lo que se parece bastante a la estructura que tiene el Ministerio y la Subsecretaría, ya que se ven temas normativos, procesos tecnológicos, comunicacionales, modelos de atención y áreas transversales de apoyo. Es un trabajo constante que estamos desarrollando desde hace un tiempo y se ha ido consolidando conforme van avanzando las necesidades que nos trae esta ley.
- ¿Qué avances tiene el IPS a la fecha?
- Para este año tenemos dos hitos bien importantes. El primero, es la recaudación del Seguro Social previsional que parte en agosto. Y, en segundo lugar, en septiembre comienza el pago del incremento de la PGU y la incorporación de los nuevos beneficiarios.
De acuerdo con nuestra planificación y el roadmap (hoja de ruta), no deberíamos tener mayor dificultad en llegar a esa fecha con las competencias necesarias para asumir esta responsabilidad, es decir, recaudando en agosto. Estamos bien en tiempo y forma. Luego, para los hitos de enero (de 2026), significará empezar a pagar los beneficios que establece el Seguro Social previsional.
- ¿Cómo es la coordinación con las AFP? Una de las críticas que se hace es que están casi “obligadas” a colaborar con el IPS, como fue con la PGU...
-Nosotros estamos en el mismo ámbito, que es la seguridad social y previsión, y el organismo llamado a generar estas coordinaciones es la Superintendencia de Pensiones. Somos un actor más que se pone a disposición para que estas políticas públicas tengan una buena ejecución y que finalmente el usuario sea el que sienta que hay un buen servicio.
Por lo tanto, así como fue la PGU, con seguridad esta ley va a obligar a que todos los actores tengamos una coordinación. (...) En eso, la Superintendencia es garante de hacer una coordinación adecuada y ellos ya están teniendo reuniones con los distintos actores. No creo que pudiéramos tener mayores dificultades.
Nuevo rol
- ¿Cómo van los preparativos para pasar a prestar servicios de administración de cuentas?
- La ley 21.735 establece la factibilidad de que el Instituto de Previsión Social pueda entregar el servicio de administración de cuentas a los actuales actores del sistema, pero con foco a los posibles nuevos que pudieran ingresar como inversores, que tomen la decisión de dedicarse exclusivamente a la parte de inversión y pudieran contratar al Instituto de Previsión Social para entregar labores de soporte.
Dentro del equipo de implementación, tenemos un área específica para esto, donde en una lógica de proyecto se abrió el diseño, se están estableciendo cuáles son los macroprocesos que tenemos que abordar y se está generando un roadmap para poder tener toda la exigencia que esto requiere, para luego pasar a una segunda fase que tiene que ver con la implementación propiamente tal y con la búsqueda de las autorizaciones (de la Superintendencia y la CMF).
- ¿Cómo se sale a competir con instituciones que tienen 40 años de experiencia en administración de cuentas?
- No es el rol del Estado competir. El papel del Estado es dar un servicio de calidad en tiempo y forma. Por lo tanto, ese es nuestro desafío. No es competirle a nadie, simplemente que las personas que opten por una u otra opción. Ese es nuestro desafío primordial, cumplir con los desafíos que nos pone la reforma, pero también, pensando en el usuario, que las personas se vean beneficiadas. Por lo tanto, no está dentro de nuestro interés competir.
-¿En cuánto tiempo más uno podría ver al Instituto de Previsión Social saliendo a ofrecer sus servicios como administrador?
- Es relativo porque depende de mucha externalidad todavía. Primero, hay aspectos normativos que todavía no están resueltos. Hay varios reglamentos que tienen que salir para efectos de esta área de competencia. Por otro lado, hay algo bien importante que tiene que ver con la valoración de las prestaciones y eso es a través de una licitación que tiene que hacer el Ministerio de Hacienda.
Cualquier actor nuevo que ingrese va a requerir las mismas autorizaciones. Por lo tanto, habrá un tiempo para hacer todo este proceso y recién ahí entrar en conversaciones.
Los plazos aún están por definirse, pero por ahora en lo que es la etapa de apertura del proyecto, tenemos previsto que en dos o tres meses ya deberíamos tener absoluta claridad de qué es lo que necesitamos. Estamos explorando todos los marcos normativos, viendo los proveedores que existen en el mercado, los temas tecnológicos y todo lo vinculado a esto para poder, en el momento en que se requiera, estar preparado para cumplir con esta labor.
Valorización de servicios
-¿Cuándo espera que esté esa valorización de los servicios?
-Es algo que se tiene que definir del Ministerio de Hacienda. Ellos están trabajando fuertemente porque también tiene otras responsabilidades, por ejemplo, dar vida al FAPP. (...) No tengo la fecha exacta, pero entiendo que está dentro de las prioridades.
-Hay algunas AGF evaluando ingresar, pero para ellos es relevante saber cómo se cobrarán los servicios que ofrezca el IPS. ¿Será paquetizado, individual o ambas?
-Eso es algo que está por resolver. Sabemos que hay proveedores que tienen todos estos módulos ya diseñados. De las siete AFP, hay cinco que contratan esto y hay dos que los tienen de manera autónoma. Hay varios caminos posibles y también tiene que ver con la expectativa que tengan los nuevos actores que pudieran ir en búsqueda de una parte de estos servicios o de la totalidad, lo que significa tener responsabilidad en la recaudación, la administración de cuentas, la cobranza, la concesión, pago, atención de usuarios, etcétera.
Lo importante es tener en su momento la competencia y si es paquetizado o segmentado de acuerdo a la necesidad, son conversaciones que se tienen que ir dando según las necesidades de los actores que requieran estos servicios.
- La industria reclama que no son las mismas reglas del juego para el IPS que para las AFP. ¿Cómo enfrenta esta crítica y de qué manera se asegura que existan las mismas reglas del juego?
- No son comparables ambos mundos, porque las administradoras de fondos de pensiones tienen las competencias completas del negocio, es decir, intervienen en algo que es bien relevante que tiene que ver con la inversión. Nosotros esa parte no la tenemos, pues estamos solo facultados para entregar labores de soporte, por lo tanto, difícilmente uno puede compararlo.
Por lo tanto, ese 25% (de cuota de mercado para participar en la licitación del stock) es una limitación obviamente a lo fundamental, que es el manejo de recursos y la inversión, no necesariamente a la labor de soporte. Y pensar que el Instituto se haga cargo de todo el soporte también son condiciones difíciles, porque significaría que las siete AFP dejarían de hacer soporte, contratarían al IPS y una serie de situaciones que no es muy fácil que se den.
-A lo que apuntan con esta crítica es que el día de mañana el IPS podría cobrar un costo muy bajo por la administración y finalmente quedarse casi con el 100%...
-No, pero eso está absolutamente cautelado y asegurado en la forma en que se va a establecer el tarifado que debe tener el Instituto, que, además, no va a ser el propio Instituto el que lo va a fijar, sino que va a ser un ente externo especializado y que va a estar obviamente el Ministerio de Hacienda siendo el que genere toda esa esa condición y por lo tanto, esa posibilidad también es muy baja que pudiera ocurrir.
-Pero el Ministerio de Hacienda es el mismo Gobierno y por eso el cuestionamiento es que podría fijar un precio muy bajo.
-Esas son situaciones que son especulaciones que no están basadas en hechos objetivos. Hay que esperar que se defina realmente cuál es el valor de mercado que el Instituto pudiera cobrar. Y ahí vamos a estar frente a hechos reales y comparables.
“No hay que subestimar nada. Uno podría pensar que hay ciertas áreas (o tareas) que pudieran ser más simples, pero en la confianza está el peligro”
- ¿Cuál es el desafío más relevante?
- Esta no es una reforma técnicamente fácil de abordar. Tiene un conjunto de situaciones y hartas externalidades también que no dependen de nosotros.
Es fundamental también que el marco regulatorio sea claro, preciso, que establezca todas las casuísticas y todos los casos bordes porque eso se va dando en la práctica.
Nuestro principal desafío en este minuto es llegar a agosto con capacidades de recaudación y a septiembre en condiciones de pagar a las personas que van a aumentar su PGU e incorporar a los nuevos beneficiarios.
- El IPS tiene experiencia en pago y recaudación, pero probablemente todos los ojos van a estar puestos en el nuevo rol como administrador. ¿Ese es el desafío más complejo?
- No hay que subestimar nada porque uno pudiera pensar que hay ciertas áreas (o tareas) que pudieran ser más simples, pero en la confianza está el peligro. Hay que estar atento en cada uno de los procesos y todos tienen importancia.