La Superintendencia de Pensiones trabaja intensamente y con plazos acotados de cara a la puesta en marcha de la reforma previsional, para lo cual debe emitir una serie de normas y regulaciones.
En el marco del seminario “Reforma Previsional, una mirada a su implementación” organizado por DF y la Asociación de AFP, el Superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías hizo referencia a los desafíos de la implementación de la ley que modifica el sistema de pensiones, quien aseguró que hasta el momento “todo ha sido muy intenso y muy rápido”.
En el conversatorio, en el que también participaron los expertos en materia previsional Guillermo Larraín, Soledad Hormazábal y Alejandro Charme, Macías recordó que en febrero, con la reforma ya despachada por el Congreso, la Superintendencia comenzó el trabajo interno de coordinación y de reuniones con los organismos que están cumpliendo un rol de cara a los preparativos que implica la puesta en marcha de la reforma, pues el proyecto “iba cambiando radicalmente el en cada momento, en cada sesión”, comentó Macías.
Facultades de las entidades involucradas
A juicio de Macías, una de las ventajas que posee la Superintendencia de Pensiones en el proceso es que “conocemos el proyecto de memoria y sabemos todo lo que hay detrás de cada una de las regulaciones”.
Además, la ley publicada el pasado 26 de marzo, le entrega a la entidad “amplias facultades para interpretar la ley”, dijo. Incluso, el artículo que establece estas aptitudes es “calcado” al de la aprobación de la Pensión Universal Garantizada (PGU), ya que sin éstas, "no se habría podido hacer", resaltó el regulador.
Sobre el Fondo Autónomo de Administración Previsional (FAPP), que tendrá la misión de administrar el Seguro Social, el Superintendente comentó que “es clave nombrar consejeros competentes”. Agregó que uno de los retos será la creación de el administrador del organismo, pues “no existe, tienen que hacerse”. Consultado respecto de la búsqueda de nombres para ese consejo, Macías respondió que esa “es una materia del ministro de Hacienda”.
Experiencia pública y privada
Entre los ámbitos más complejos que trae consigo la reforma es, según el Superintendente, está “el cambio de la regulación de inversiones”, por el impacto que tienen los fondos acumulados en el PIB chileno, además de que “es un cambio de paradigma completo respecto a lo que hacen las AFP hoy".
Para afrontar el desafío que implican los cambios, el regulador hizo un llamado a “aplicar toda la experiencia, sabiduría acumulada y la capacidad de todos los actores públicos y privados para hacer una excelente implementación y diseño”.
En todo caso, Macías adelantó que “he visto una actitud muy positiva de todos los involucrados, públicos como privados”.
El regulador recordó que la ley obliga a la Superintendencia a contratar una consultoría especializada de alto nivel, acción que se realizará “muy pronto”. Además, señaló que este es un proceso público, donde van a “tener participación todos los actores relevantes y van a poder opinar sobre esto”.
Sobre el actual escenario de implementación en medio de un año marcado por un calendario electoral de presidenciales y parlamentarias, Macías aseguró que se "podría cambiar los directivos o las cabezas", pero los equipos técnicos de las instituciones van a quedar intactos, lo que le da continuidad al proceso.
Finalizó su intervención asegurando que "acá no voy a descubrir la rueda, pero esto es trabajo intenso, mucho trabajo. Con prisa y sin pausa. Colaboración público - privada”.