Un retroceso de 1,5% acumuló durante la semana el mercado bursátil estadounidense, anotando cuatro bajas durante los últimos cinco días, jornadas en las que predominaron las cifras económicas que no lograron cumplir con las expectativas de los operadores.
Este viernes fue el turno de los pedidos de bienes duraderos y la venta de casas nuevas lo que presionó las bajas en Wall Street.
La cifra de consumo registró un inesperado retroceso durante agosto, descendiendo un 2,4%,
frente al repunte del 0,5% esperado por los analistas.
Por su parte, el indicador del sector inmobiliario decepcionó al mercado al anotar un avance menor a lo previsto, alcanzando las 429.000
unidades, cifra que se compara con las 440.000 que esperaba el mercado.
En este contexto, el Dow Jones, índice de las 30 empresas más importantes
del mercado, retrocedió 0,44%, posicionándose en las 9.665,19 unidades. Así, el principal índice acumuló una baja de 1,5% desde el viernes pasado.
Mientras, el S&P 500 perdió 0,61% quedando en 1.044,38 puntos. Por su parte, el índice tecnológico Nasdaq cayó 0,79%,
llegando a las 2.090,92.