Protestas dañan imagen de Bahrein con socios extranjeros

Por: | Publicado: Viernes 7 de septiembre de 2012 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Bahrein está activamente tratando de reparar el daño a su reputación como un centro de actividad en el Golfo amigable para las empresa. A un año de los alzamientos contra la gobernante familia real Al Khalifa, Bahrein sigue sumido en la agitación. Pese a los esfuerzos del gobierno, el arresto de activistas opositores puede sembrar dudas entre sus socios extranjeros de que el país está comprometido con las reformas de derechos humanos.

El rey de Bahrein, Hamad bin Issa al Khalifa, visitó Londres el 23 de agosto, su tercera visita desde que comenzaron las revueltas en febrero de 2011. Este viaje tuvo un perfil mucho más bajo que los anteriores, reflejando quizás la preocupación por la publicidad negativa. King Hamad se reunión con el primer ministro David Cameron, pero ninguno de los líderes dio declaraciones y la visita no fue publicitada. La anterior visita del rey, al Jubileo de la Reina Isabel II, atrajo negativos comentarios de la prensa británica, que ha sido muy crítica de la situación de derechos humanos en uno de los aliados de Londres en Medio Oriente.



Intervención de emergencia


El manejo de la reputación sigue siendo una preocupación clave para Bahrein y algunas de las compañías internacionales con las que hace negocios. Bahrein ha gastado cerca de 
US$ 32,5 millones en 15 agencias de relaciones públicas, compañías de lobby y consultoras en EEUU desde que comenzaron las protestas, según el grupo de derechos humanos Bahrain Watch. También ha contratado a tres firmas en Reino Unido, aunque se desconoce el monto. Los activistas de la oposición observan y denuncian estos contratos, argumentando que ayuda a ocultar los abusos y que espían a los disidentes.

Pero mientras el reino intenta gestionar la crisis comunicacional, las tensiones sociales siguen aumentando. Los enfrentamientos están empezando a extenderse más allá de los poblados shiítas menos acomodados en las afueras de la capital y están llegando a los barrios más ricos. En la víspera del festival que marca el final del Ramadán hubo enfrentamientos entre manifestantes y la policía en Muharraq, un área donde tradicionalmente shiítas y sunitas han convivido, y donde un menor de edad fue asesinado por los oficiales. El caso aumentó la polarización y las protestas continuaron a pesar del Eid, una época de perdón y reconciliación para los musulmanes. Según los grupos de derechos humanos unas mil personas han sido arrestadas por las protestas.

Lo más leído