El Puerto de Arica está cerrando uno de los años más exitosos de su historia. La operación del terminal, que tradicionalmente maneja cerca de 220 mil toneladas mensuales, escaló en los últimos meses hasta bordear las 370 mil toneladas, impulsada principalmente por el aumento del comercio exterior boliviano y un mayor número de recaladas.
A este incremento inusual también se sumaron otros factores que empujaron la carga hacia el terminal. La recuperación del suministro de combustible en Bolivia permitió que los camiones que estaban detenidos volvieran a circular hacia Arica, movilizando carga que estuvo semanas acumulada. A ello, se agregó un periodo largo sin marejadas, lo que facilitó que las naves mantuvieran sus recaladas en tiempos normales y que los procesos de carga y descarga se realizaran sin interrupciones.
Además, la cercanía de las fiestas de fin de año aceleró la salida de contenedores que estaban almacenados, intensificando el flujo logístico. Esto derivó en el salto cercano a 100 mil toneladas de un mes a otro, una variación significativa para el ritmo habitual del terminal.
Jorge Cáceres, gerente general de la Empresa Portuaria Arica (EPA).
Según el gerente general de la Empresa Portuaria Arica (EPA), Jorge Cáceres, la transferencia total a noviembre llegó a 2,9 millones de toneladas y la proyección para el cierre del 2025 supera los 3,1 millones. El movimiento de contenedores alcanzó 228.211 toneladas en noviembre, las cargas fraccionadas sumaron 4.178 toneladas, el granel limpio llegó a 58.572 toneladas y el granel mineral a 47.489 toneladas. Del total movilizado, el 75% corresponde a carga boliviana, mientras que la participación peruana ya bordea el 7% y sigue al alza.
El aumento del volumen no llegó solo. También crecieron las solicitudes de servicios de consolidación y desconsolidación, lo que obligó a disponer de más equipos y personal y generó presión en los tiempos de atención.
Cáceres señala que durante el peak hubo mayor carga operativa, pero que el plan de contingencia aplicado junto al Terminal Puerto Arica (TPA) permitió ir ordenando el flujo y volver gradualmente a la normalidad. Hoy, la fila en el antepuerto se mantiene en torno a los 291 camiones, cifra que la empresa considera dentro de lo normal. “Tenemos que anticiparnos al tamaño de las naves, al tipo de carga y a la demanda en el futuro. Eso definirá qué infraestructura se necesita para sostener la competitividad del puerto”
Proyecciones y perspectivas
Mirando al 2026, el concesionario del TPA contempla la incorporación de equipos de apoyo como porta contenedores, grúas horquillas y ramplas.
"También estamos trabajando en proyectos de corto, mediano y largo plazo que nos permitirán aumentar la capacidad de transferencia del puerto. Una de las iniciativas es un estudio sobre el escenario del comercio marítimo y el puerto a 2034, con el fin de anticipar tendencias, brechas estructurales y oportunidades de crecimiento para las próximas dos décadas", explicó Cáceres. Con esta información, complementó "vamos a poder cuantificar la infraestructura necesaria para la atención de naves, la cual está en constante crecimiento, considerando calado y dimensión de los muelles o sitios de atraque, así como el volumen, tipo de cargas con origen y destino definidos para determinar la factibilidad técnica real de operaciones de embarque y desembarque en nuestro terminal".
Con esa información, explicó el ejecutivo, se podrá proyectar y definir las inversiones a realizar para aumentar la competitividad del puerto, con miras a la próxima concesión que se cumple en 2034.