Sumidos aún en la pandemia, y sin perspectiva suficiente para conocer el impacto económico y social que deje a su paso, podemos asegurar que ésta ha sido, sin duda, un catalizador y acelerador de la transformación digital de los medios.
La pandemia ha afectado a todos los procesos y eslabones de la cadena de valor, estableciendo un antes y un después. Y uno de los puntos fundamentales es cómo está condicionando la forma en la que se trabajará en las redacciones.
Siempre hemos sostenido que la transformación digital es un fenómeno poliédrico y de cambio constante que debe cubrir todas las áreas y personas de la organización. Pero, además, tiene que ser un fin en sí mismo, que sirva para repensar el rol que debe ocupar la versión de papel y, al mismo, ayude a mejorar los procesos internos y la estrategia de diversificación de los modelos de ingresos digitales. El confinamiento ha demostrado que trabajar de forma distribuida es posible. Un efecto directo e inmediato de la pandemia pero que puede tener un carácter más permanente de lo que se esperaría.
Los medios fueron capaces, pese a las dificultades, de sacar las ediciones digitales e impresas gracias al esfuerzo de los equipos; incluso cuando ni siquiera disponían de ordenadores portátiles, o cuando los sistemas de gestión de contenidos (CMS) no eran los más adecuados porque requerían ser actualizados presencialmente. En este sentido, hay que destacar el trabajo de los equipos técnicos de soporte, que consiguieron mantener la compleja maquinaria para que las ediciones digitales no pararan, así como los que hicieron posible que las ediciones impresas llegaran a casa de los suscriptores y a los puntos de venta que permanecían abiertos al público.
Se apostará también por incorporar nuevos perfiles más acordes a las necesidades digitales de la nueva etapa que se abre. Ahora que con la llegada de las vacunas se vislumbra el final del túnel, se abre el tiempo de analizar y plantear los retos a los que se enfrentan la industria periodística de cara al nuevo escenario post pandemia.
Algunos de estos desafíos son:
- La pandemia ha afectado a todos los procesos y eslabones de la cadena de valor, estableciendo un antes y un después. Aunque la digitalización llevaba años transformando el diseño y distribución de las redacciones, los procesos y dinámicas de trabajo no lo habían hecho a la misma velocidad.
- 2. El cambio cultural es una de las piezas fundamentales en los procesos de adecuación al entorno digital. Los ejes para este cambio cultural son: a) revisar y alinear la misión, los valores con la estrategia digital; b) adaptar los procesos al nuevo ecosistema, c) potenciar la comunicación –tanto interna como externa–; d) repensar los KPIs de éxito, orientándolos a satisfacer las demandas de las audiencia, y e) mejorar las acciones de reconocimiento de los equipos.
- 3. El objetivo para afrontar la nueva era que se avecina debería ser conseguir plenas funcionalidades e incorporar nuevas capacidades de forma estable en cada área: editorial, tecnología y de negocio.
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