BNDES cumple 60 años en medio de críticas

La mayor parte de sus préstamos está concentrado en grandes firmas privadas que sí tienen acceso al crédito, aumentando la presión sobre las tasas.

Por: | Publicado: Lunes 3 de septiembre de 2012 a las 05:00 hrs.
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Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES) el banco estatal de desarrollo de Brasil, celebró su cumpleaños número 60 en junio. Desde su creación en 1952, ha apoyado a diferentes administraciones a lo largo de los años en el diseño e implementación de estrategias de desarrollo y políticas industriales.

Y más recientemente lo ha hecho jugando un papel clave en los paquetes de estímulos y apoyando la expansión en el extranjero de las multinacionales brasileñas. Entonces hay mucho que celebrar y de lo que estar orgulloso. Sin embargo, un creciente número de críticas sobre cómo el banco ha desempeñado su misión podría estropear la fiesta.

El BNDES fue creado originalmente como la principal arma del Estado para financiar el desarrollo en Brasil, enfocándose en la industria a gran escala y en proyectos de infraestructura. El banco fue instrumental en la implementación de la estrategia de industrialización y substitución de importaciones implementada en los ‘60 y ‘70, como también en el apoyo de las privatizaciones de los ‘90.

En 1982, el componente social (la S en BNDES) fue agregado a su misión, con la inclusión de inversiones sociales en educación, salud y salubridad básica, entre otros, en su ya diverso portafolio de actividades. Entre sus metas, también está apoyar y financiar a las medianas y pequeñas empresas, que usualmente tienen dificultades para acceder al crédito.



Una misión evolucionada


Recientemente el banco mostró nuevamente su versatilidad, al adaptar su misión sobre el desarrollo del fomento de industrias, a las demandas de una economía globalizada y al apoyar la expansión de las multinacionales brasileñas en los mercados internacionales, en una variedad de formas. Estas han incluido el apoyo a la formación de un gran número de conglomerados nacionales (creando “campeones nacionales”), financiando parte de la inversión extranjera directa de Brasil (para lo que fue requerido un cambio en la constitución del banco en 2002) y el contenido nacional de proyectos de infraestructura en el extranjero, especialmente en otros países latinoamericanos y África. En 2003-2010, cerca de 
US$ 5.000 millones en préstamos fueron otorgados ligados a la participación de compañías brasileñas privadas para proyectos de infraestructura.

Junto a su misión, el alcance del banco se ha expandido significativamente: el total de préstamos ha aumentado desde menos de US$ 20 mil millones en 2002 a US$ 70 mil millones esperados para este año y ha superado al Banco Mundial en términos de volúmenes anuales de préstamos extendidos desde 2010.

El banco también ha jugado un rol clave en la estrategia de estímulo aplicada desde agosto 2011, por el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, para reafirmar el vacilante crecimiento económico. El último plan anunciado el 16 de agosto, el Plan Nacional de Logística Integrada (PNLI) busca abordar los defectos en la infraestructura del país (no dirigida por el PAC Programa de Aceleración del Crecimiento, lanzado en 2007, y seguido por un PAC2) particularmente en transporte y logística, a través de una mayor participación del sector privado. BNDES financiará entre 65% y 80% del paquete de 
US$ 65.000 millones con condiciones muy favorables para los inversionistas privados.



¿Freno al funcionamiento del mercado?


En contraste, el banco es criticado usualmente por las distorsiones que crea en la economía. Entre los puntos principales está el hecho de que en vez de complementar al sector financiero privado, al prestarle a compañías con poco acceso al crédito (como empresas pequeñas y medianas y proyectos de innovación), principalmente le presta a grandes compañías (los préstamos a éstas han representado entre 60% y 80% del portafolio del banco en los últimos años). Al hacer eso, no sólo no se enfoca en las fallas de mercado de financiamiento insuficiente para las pequeñas compañías e iniciativas riesgosas, sino que también crea una distorsión adicional con préstamos a tasas subsidiadas para compañías que muestran el mejor riesgo crediticio y que podrían acceder a los mercados domésticos e internacionales para obtener un crédito, pero que prefieren estas líneas preferenciales más baratas. Incluso, el hecho de que los préstamos del banco tengan tarifas subsidiadas (su cota de referencia de la tarifa de interés a largo plazo, fue reducida de 6% a 5,5% en junio) y que representen un cuarto de todos los préstamos al sector privado, significa que le resta eficacia a la política monetaria.

Quizás lo más importante es que al proveer préstamos subsidiados, BNDES ha dañado el desarrollo financiero privado a largo plazo, sin embargo esto se debe en parte a la estructura del sistema financiero de Brasil, caracterizado por un ambiente con tasas de interés altas en el pasado. Esto también se produce porque los fondos de pensiones de Brasil han tenido un rol menos importante en proveer financiamiento a largo plazo que los de Chile, Perú y ahora, Colombia. La expansión para-fiscal de las actividades del banco agrega presión inflacionaria y empuja la tasa Selic más arriba de lo que estaría en la ausencia de esta distorsión.

Una preocupación relacionada tiene que ver con la transparencia del rol para-fiscal del banco: siguiendo medidas para impulsar el excedente primario en 2010, el gobierno ha excluido de sus cuentas fiscales el monto de financiamiento provisto al BNDES para realizar préstamos al sector privado. El costo fiscal de los subsidios del BNDES no está totalmente claro para el congreso y la sociedad civil. En adición, parece existir una falta de transparencia en los criterios de selección para entregar préstamos y en las condiciones finales.

Sin embargo, el banco claramente ha jugado un rol clave en las políticas industriales de Brasil y en el desarrollo del sector industrial diverso del país. Su cumpleaños número 60 debería ser una ocasión para reflexionar y recalibrar su estrategia, en orden a acercarla más a la línea de necesidades actuales de Brasil, como también para fortalecer la transparencia de sus préstamos y criterios de inversión, particularmente con respecto a su afición por “elegir ganadores”. 


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