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REGÍSTRATE AQUÍLa caída en los precios de los commodities, el valor del peso y las expectativas de inversión han oscurecido el panorama de Chile.
Por: Equipo DF
Publicado: Jueves 4 de diciembre de 2008 a las 05:00 hrs.
A la luz de la turbulencia económica internacional desde septiembre
–que ha traído bruscas caídas en los precios de los commodities, el
valor del peso y en expectativas de inversión- el panorama para la
economía de Chile se ha deteriorado de modo notable. Se espera una
desaceleración significativa en el crecimiento el próximo año, y aunque
el sector financiero es suficientemente fuerte como para tolerar las
consecuencias de la crisis global, el sector empresarial del país puede
estar más expuesto.
En su reunión de política monetaria del 13 de noviembre, el directorio
del Banco Central de Chile mantuvo su tasa de política monetaria sin
variación en 8,25%, una decisión que dijo era consistente con la brusca
revisión a la baja de sus proyecciones macroeconómicas para los
próximos dos años, que publicó un día después. El banco ahora espera
que el crecimiento del PIB sea de 2% a 3% en 2009, pero esto está muy
por encima de la proyección de crecimiento de 1% hecha por la Economist
Intelligence Unit (estimamos que el crecimiento para 2008 será de 3,9%).
La autoridad monetaria había subido su tasa de instancia en 200 puntos
base entre junio y septiembre de 2008, a través de cuatro aumentos de
50 puntos base cada uno en meses consecutivos debido a la inflación
creciente, y la ha mantenido sin cambios desde entonces. Tras las
bruscas caídas en los precios internacionales de los commodities, las
expectativas inflacionarias del mercado han caído de modo notable en
los últimos meses (las expectativas del mercado son ahora que la
inflación vuelva al objetivo en 2009), llevando al emisor a cambiar su
postura en octubre desde endurecer a neutral, estableciendo que las
decisiones futuras tomarán en cuenta las implicancias de los eventos en
los mercados financieros en la inflación proyectada.
¿Alza única?
Entre tanto, el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) del BCC
tuvo una subida inesperadamente fuerte de 5,6% anual en septiembre, muy
por encima de la proyección de consenso de 4,9%. En términos
estacionalmente ajustados, el crecimiento llegó a 0,5% mensual en
septiembre, por encima de las contracciones de 0,7% y 0,8% en julio y
agosto. El crecimiento se vio apoyado por una subida importante en la
generación hidroeléctrica en comparación con los deprimidos niveles de
septiembre de 2007 (como resultado de la sequía que afectó al país el
año pasado) y los fuertes desempeños en telecomunicaciones, comercio
mayorista e industria manufacturera. Dado que el Imacec había subido en
6,2% anual en julio y en 2,4% en agosto, el crecimiento del PIB en el
tercer trimestre llega a 4,8% anual, tras tasas de expansión de 3,3% en
el primer trimestre y 4,3% en el segundo.
Aunque el crecimiento siguió firme en el tercer trimestre, se espera
una desaceleración significativa en el trimestre final, tras la
escalada de la turbulencia económica y financiera internacional en
septiembre y octubre de 2008. Con una brusca caída en los precios del
cobre (desde US$ 3,47 por libra a fines de agosto hasta US$ 1,57 por
libra a mediados de noviembre), el pánico financiero global alimentando
la demanda por dólares y los mercados bursátiles globales desplomándose
como consecuencia del desendeudamiento y la búsqueda de seguridad, el
peso chileno ha visto una brusca depreciación, pasando de 516,5 pesos
por dólar a fines de agosto a 663 pesos por dólar a mediados de
noviembre, una caída de 22%.
Buen amortiguador
El sistema financiero chileno sigue en una posición relativamente
fuerte en comparación con otros países (no ha experimentado una burbuja
inmobiliaria, sus bancos tienen carteras de crédito sanas y están bien
capitalizados), y el gobierno y el BCC tiene suficiente capital
disponible a través de reservas internacionales y fondos soberanos como
para proporcionar liquidez de emergencia si se la necesita, como
ocurrió en octubre, cuando la liquidez en dólares se secó.
En general, las empresas chilenas parecen en una posición financiera
sólida, tras usar parte de su fuerte flujo de caja de años recientes
para reducir el endeudamiento. El indicador más observado de solidez
financiera en este momento es la relación entre deudas que vencen en el
corto plazo y el ebitda (ganancias antes de intereses, impuestos,
depreciación y amortización), que promediaba 18% en septiembre de 2008.
Este es un buen resultado, ya que significa que, en conjunto, las
empresas sólo tienen que destinar 18% de su ebitda para pagar todas sus
obligaciones financieras que vencen en los próximos doce meses.
Sin embargo, estas cifras no cuentan la historia completa, ya que no
hay información aún de los riesgos que pueden haber tomado las empresas
con derivados de tasa de cambio, tasa de interés y otros. Además,
algunos sectores están en peor forma que otros. El sector del salmón se
ha visto golpeado por la rápida expansión de un virus que no existía
antes en Chile (que fue introducido a través de huevos importados desde
Noruega y contra el cual no se habían tomado medidas preventivas). El
sector de la construcción orientado a la vivienda también está en
problemas debido a una rápida expansión que lo ha dejado con grandes
inventarios en momentos en que la demanda ha comenzado a caer. Están
ofreciendo descuentos importantes que afectarán sus utilidades. Además,
hay señales crecientes de recortes en la inversión, tanto en términos
de expectativas como de contratos cancelados.
Golpe a la confianza
La confianza de los consumidores ha caído con fuerza en el transcurso
del año y con la inflación todavía elevada, la debilidad del tipo de
cambio y la baja en la demanda por las exportaciones, el último
trimestre de este año marcará el punto de inflexión.
La confianza de los consumidores, reflejada en el Índice de percepción
de la economía (Ipec) de Adimark, refleja este pesimismo. Los
consumidores van rumbo a un período de repliegue. La mayor caída entre
los componentes del índice fue la de las expectativas de productos para
el hogar, que han caído de un nivel de 61 a fines de 2007 (más de 50
refleja expectativas positivas) a sólo 32 en octubre. El índice general
se elevó ligeramente en octubre, tras las medidas anunciadas por las
autoridades poco después de la escalada de la crisis financiera
internacional, pero sigue estando bajo, en 34,5 puntos.