Crecimiento de Malasia supera a sus vecinos en el tercer trimestre
La economía se expandió 5,2% año sobre año entre julio y septiembre, y ha crecido en promedio 5,3% en lo que va del año.
Por: | Publicado: Jueves 22 de noviembre de 2012 a las 05:00 hrs.
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Pese a una estructura económica que está fuertemente sesgada hacia el comercio exterior, en la cual las exportaciones de bienes y servicios representan casi un 100% del Producto Interno Bruto, la economía de Malasia logró expandirse a un ritmo bastante rápido en el tercer trimestre de 2012. En medio de una marcada desaceleración en la economía global, la demanda doméstica se ha convertido en el principal motor de crecimiento de Malasia.
Impulsado por un auge en el sector de la construcción y las entregas del gobierno a grupos de interés especiales y el pago de aumentos para los funcionarios civiles, el PIB real crecerá a una tasa más acelerada este año que en 2011. Esto entrega amplias oportunidades al primer ministro, Najib Razak, para completar un período completo al mando y romper el patrón seguido por sus predecesores quienes decidieron convocar a elecciones anticipadas para evitar cualquier cambio potencial en el clima económico que hubiera minado la confianza de los votantes.
Con una economía expandiéndose 5,2% año sobre año en el tercer trimestre, y por un promedio de 5,3% entre enero y septiembre, salvo un contratiempo en el cuarto trimestre, el PIB real debería crecer a la misma tasa que en 2011, sino más rápido. Los datos del PIB del cuarto trimestre se entregarán a mediados de febrero de 2013, y los datos del año completo en la misma fecha, lo que dará tiempo a Najib para fortalecer el perfil de gobierno del partido Barisan National como un administrador creíble de la economía, pese a los vientos en contra globales.
Motores del crecimiento
La expansión en el segundo trimestre fue revisada al alza a 5,6% año sobre año, después de un 5,4% previo. El desempeño de Malasia se compara favorablemente con el de la vecina Singapur, que anunció un crecimiento de sólo 0,3% entre julio y septiembre. La demanda doméstica fue la principal fuente de la fortaleza de la economía, y como resultado, Kuala Lumpur superó a la mayoría de los países del sureste asiático, con la excepción de Indonesia. La demanda doméstica creció 11,4% , un ritmo de expansión ligeramente menor frente al 12% del segundo trimestre, pero esto más que compensó la carga en el crecimiento que ejerció el sector externo.
El consumo privado se elevó 8,5% en julio-septiembre, sólo ligeramente por debajo del 8,8% registrado en el trimestre anterior. La confianza del consumidor mejoró en el tercer trimestre, alentado por las condiciones más firmes del mercado laboral y sólo crecimiento de los ingresos. Asimismo, el gobierno realizó pagos de bonos inspirados en las elecciones a los funcionarios civiles, y realizó los pagos especiales a los hogares de bajos ingresos y estudiantes. Al mismo tiempo, el auge de la inversión en los sectores público y privado no ha decaído.
La formación de capital fijo bruta subió 22,7% año sobre año en el tercer trimestre. Un crecimiento de dos dígitos de esta magnitud se registró por última vez a principios del milenio, y antes de eso en los ‘90. La inversión del sector privado, empresas públicas y gobierno federal se concentró en el transporte, los servicios básicos y en el sector de petróleo y gas. El sector inmobiliario fue otro foco importante para la inversión del sector privado. El gasto del sector privado y público creció a tasas muy similares en julio-septiembre, en 22,9% y 22,4%, respectivamente.
Como fue el caso con muchas naciones dependientes de las exportaciones de Asia, la demanda externa por productos malayos se debilitó en el tercer trimestre, a medida que el crecimiento económico en las principales economías avanzadas se debilitó.
Las exportaciones de bienes y servicios bajaron 3% año sobre año, su primer descenso desde el tercer trimestre de 2009. Las exportaciones reales netas de bienes y servicios ejercieron una carga sobre la expansión económica de Malasia, contrayéndose bruscamente por el segundo trimestre consecutivo. Las importaciones cayeron en términos trimestrales, pero se mantuvieron positivos en una base anual, en 4,4%. Un indicativo de condiciones peores para el sector manufacturero exportador fue una brusca alza en los inventarios, que contribuyeron con 1,5 punto porcentual al crecimiento trimestre sobre trimestre del PIB, de 3,3%, casi compensando la contribución negativa de 1,7 punto porcentual de las exportaciones netas. Es poco probable que la magnitud similar de las dos cifras sea una coincidencia. Sugiere la necesidad del país de liquidar las existencias además de bajar la presión sobre las importaciones y exportaciones en el trimestre actual y los siguientes. Sin embargo, las cifras de exportaciones y producción manufacturera de septiembre ha sido más alentadora después de dos meses de contracción.
El lado de la oferta
En el lado de la oferta, la industria de la construcción registró un crecimiento de 18,3% año sobre año en el tercer trimestre. Sin embargo, con una participación de sólo 3,5% del PIB total, al sector le falta la relevancia económica de los sectores de manufacturas y servicios, en 24,6% y 54,7%, respectivamente. El sector minero y de excavación, que representó un 7,9% del PIB, ejerció una leve carga en el crecimiento económico, ya que la actividad bajó 1,2%, debido a las interrupciones y mantención en la producción de gas natural. La producción en los sectores de agricultura, forestal y pesca rebotó a 0,5% en julio-septiembre, después de una caída de 4,7% en el segundo trimestre, gracias a la recuperación de la producción del crudo de aceite de palma.
La producción del sector manufacturero subió 3,3% año sobre año, pero se estancó en comparación con el segundo trimestre, debido a la caída de las exportaciones. Cerca de dos tercios de las exportaciones malayas son bienes manufactureros. En contraste, el sector de servicios continuó mostrando una fortaleza destacable. El ritmo de la actividad se aceleró a 7%, desde un 6,6% entre abril y junio. Los subsectores más dinámicos fueron seguros, servicios del gobierno y finanzas, todos los cuales registraron avances de dos dígitos.
Impulsado por un auge en el sector de la construcción y las entregas del gobierno a grupos de interés especiales y el pago de aumentos para los funcionarios civiles, el PIB real crecerá a una tasa más acelerada este año que en 2011. Esto entrega amplias oportunidades al primer ministro, Najib Razak, para completar un período completo al mando y romper el patrón seguido por sus predecesores quienes decidieron convocar a elecciones anticipadas para evitar cualquier cambio potencial en el clima económico que hubiera minado la confianza de los votantes.
Con una economía expandiéndose 5,2% año sobre año en el tercer trimestre, y por un promedio de 5,3% entre enero y septiembre, salvo un contratiempo en el cuarto trimestre, el PIB real debería crecer a la misma tasa que en 2011, sino más rápido. Los datos del PIB del cuarto trimestre se entregarán a mediados de febrero de 2013, y los datos del año completo en la misma fecha, lo que dará tiempo a Najib para fortalecer el perfil de gobierno del partido Barisan National como un administrador creíble de la economía, pese a los vientos en contra globales.
Motores del crecimiento
La expansión en el segundo trimestre fue revisada al alza a 5,6% año sobre año, después de un 5,4% previo. El desempeño de Malasia se compara favorablemente con el de la vecina Singapur, que anunció un crecimiento de sólo 0,3% entre julio y septiembre. La demanda doméstica fue la principal fuente de la fortaleza de la economía, y como resultado, Kuala Lumpur superó a la mayoría de los países del sureste asiático, con la excepción de Indonesia. La demanda doméstica creció 11,4% , un ritmo de expansión ligeramente menor frente al 12% del segundo trimestre, pero esto más que compensó la carga en el crecimiento que ejerció el sector externo.
El consumo privado se elevó 8,5% en julio-septiembre, sólo ligeramente por debajo del 8,8% registrado en el trimestre anterior. La confianza del consumidor mejoró en el tercer trimestre, alentado por las condiciones más firmes del mercado laboral y sólo crecimiento de los ingresos. Asimismo, el gobierno realizó pagos de bonos inspirados en las elecciones a los funcionarios civiles, y realizó los pagos especiales a los hogares de bajos ingresos y estudiantes. Al mismo tiempo, el auge de la inversión en los sectores público y privado no ha decaído.
La formación de capital fijo bruta subió 22,7% año sobre año en el tercer trimestre. Un crecimiento de dos dígitos de esta magnitud se registró por última vez a principios del milenio, y antes de eso en los ‘90. La inversión del sector privado, empresas públicas y gobierno federal se concentró en el transporte, los servicios básicos y en el sector de petróleo y gas. El sector inmobiliario fue otro foco importante para la inversión del sector privado. El gasto del sector privado y público creció a tasas muy similares en julio-septiembre, en 22,9% y 22,4%, respectivamente.
Como fue el caso con muchas naciones dependientes de las exportaciones de Asia, la demanda externa por productos malayos se debilitó en el tercer trimestre, a medida que el crecimiento económico en las principales economías avanzadas se debilitó.
Las exportaciones de bienes y servicios bajaron 3% año sobre año, su primer descenso desde el tercer trimestre de 2009. Las exportaciones reales netas de bienes y servicios ejercieron una carga sobre la expansión económica de Malasia, contrayéndose bruscamente por el segundo trimestre consecutivo. Las importaciones cayeron en términos trimestrales, pero se mantuvieron positivos en una base anual, en 4,4%. Un indicativo de condiciones peores para el sector manufacturero exportador fue una brusca alza en los inventarios, que contribuyeron con 1,5 punto porcentual al crecimiento trimestre sobre trimestre del PIB, de 3,3%, casi compensando la contribución negativa de 1,7 punto porcentual de las exportaciones netas. Es poco probable que la magnitud similar de las dos cifras sea una coincidencia. Sugiere la necesidad del país de liquidar las existencias además de bajar la presión sobre las importaciones y exportaciones en el trimestre actual y los siguientes. Sin embargo, las cifras de exportaciones y producción manufacturera de septiembre ha sido más alentadora después de dos meses de contracción.
El lado de la oferta
En el lado de la oferta, la industria de la construcción registró un crecimiento de 18,3% año sobre año en el tercer trimestre. Sin embargo, con una participación de sólo 3,5% del PIB total, al sector le falta la relevancia económica de los sectores de manufacturas y servicios, en 24,6% y 54,7%, respectivamente. El sector minero y de excavación, que representó un 7,9% del PIB, ejerció una leve carga en el crecimiento económico, ya que la actividad bajó 1,2%, debido a las interrupciones y mantención en la producción de gas natural. La producción en los sectores de agricultura, forestal y pesca rebotó a 0,5% en julio-septiembre, después de una caída de 4,7% en el segundo trimestre, gracias a la recuperación de la producción del crudo de aceite de palma.
La producción del sector manufacturero subió 3,3% año sobre año, pero se estancó en comparación con el segundo trimestre, debido a la caída de las exportaciones. Cerca de dos tercios de las exportaciones malayas son bienes manufactureros. En contraste, el sector de servicios continuó mostrando una fortaleza destacable. El ritmo de la actividad se aceleró a 7%, desde un 6,6% entre abril y junio. Los subsectores más dinámicos fueron seguros, servicios del gobierno y finanzas, todos los cuales registraron avances de dos dígitos.