Vía WhatsApp. Así se juntaron las 167 firmas que acompañaron el texto publicado en El Mercurio el sábado pasado titulado “Carta abierta a José Antonio Kast, Evelyn Matthei y Johannes Kaiser y a los dirigentes y candidatos al Congreso de la oposición al gobierno”. En ella se hizo un llamado a la unidad y organización de los candidatos a la presidencia y el parlamento del sector de la derecha a congeniar un programa y una sola lista parlamentaria para las próximas elecciones de noviembre. “Si lo hacemos desunidos corremos el riesgo de perder ambos y profundizar la crisis que enfrenta Chile, con la presidencia a cargo de una militante del Partido Comunista y un congreso afín a sus ideas”, sostenía la misiva.
El texto y el listado de firmantes –que incluyó nombres, apellidos y profesiones– ocuparon un pliego entero del diario. La idea, asegura Raúl Alcaíno, ex alcalde de Santiago y uno de los artífices de la iniciativa, fue llamar la atención de la mesa negociadora de las decisiones en la oposición.
Funcionó. El texto se popularizó y esta semana se creó una versión digital en la página web change.org. Hasta el cierre de esta edición, dicha carta acumula más de 3.600 firmas.
En paralelo, el domingo pasado Gerardo Varela redactó una columna de opinión –en el mismo medio– titulada: “Unidos en una lista se gana, desunidos en dos se pierde”. En ella, el abogado le puso cifras al llamado del sábado: “Los mejores cálculos dan que si la oposición va en una sola lista puede sacar 87 diputados, siendo 78 la mayoría necesaria para liderar la Cámara Baja. En dos o más listas sacará probablemente 68 diputados, y le van a pasar la máquina si el PC gana la presidencia, y si no la gana, le harán la vida imposible a cualquiera, sea Matthei, Kast o Káiser el elegido”, aseguró Varela.
Si uno rema por un lado, el otro para el otro, el país no avanza. Tenemos que ponernos de acuerdo en algunos temas país y dejar de lado las cosas ideológicas. Tenemos que crecer como país
Ayer sábado el grupo elaboró una segunda versión, publicada también en El Mercurio. Esta vez, con 178 firmas.
Los grupos de WhatsApp
En su oficina de Resiter, la empresa de gestión de residuos que fundó con Álvaro Fisher, en la comuna de Providencia, Raúl Alcaíno asegura a DF MAS que la gestión de la primera carta fue algo “sencillo, espontáneo y fácil” que surgió entre él y Varela. Este último, abogado de profesión —”él es el hombre bueno para escribir”, asegura el ingeniero— fue quien redactó el texto. “Y por supuesto que estuve de acuerdo. Después consensuamos algunos pequeños detalles entre ambos”, añade.
Lo que siguió fue enviarla a distintos grupos de WhatsApp, con la pregunta “¿tú firmarías?”. “Y ahí se fue uniendo fulanito y susanito”, dice Alcaíno. La cifra final –de 167 firmantes, entre los cuales se encuentran los empresarios Juan Sutíl, Carlos Cardoen, Raúl Benzanilla y 6 exministros de Piñera– se alcanzó en menos de dos días. “Si hubiéramos estado en el año 60 esto hubiera sido una tarea titánica pero, en el 2025, uno manda 5 WhatsApp y todo es flash”, asegura el exalcalde.
Pese a que Alcaíno no menciona a quienes estuvieron entre los primeros destinatarios del mensaje, sí asegura que partieron “con los más conocidos”: grupos de compañeros de universidad, equipos de fútbol y de miembros del Colegio de Ingenieros, entidad que presidió entre 2020 y 2022. “Esto fue muy rápido. Después me costó un mundo ir poniendo uno a uno de los que firmaron, a varios de ellos ni los conozco”, cuenta.
Si hubiéramos estado en el año 60 esto hubiera sido una tarea titánica pero, en el 2025, uno manda 5 WhatsApp y todo es flash
Sobre la segunda carta publicada el día de ayer, el Alcaíno asegura que “siguen llegando interesados que quieren firmar y yo ya la mandé”.
“No le estamos haciendo daño a nadie”
“No es que sea una conspiración de mucha gente… Es una idea que surge y que se lleva a la práctica”, enfatiza Alcaíno. “El tema presidencial es un tema que está en el aire y, al no existir un acceso directo, nació esta inquietud de cómo hacer para tratar de llamar la atención de quienes están tomando estas decisiones. Pero esta no es ninguna idea muy novedosa por lo demás. No es que hayamos inventado la rueda”, ironiza.
-De todas formas, llamó la atención por la cantidad de firmas… ¿Qué consideran estas 167 personas que hoy podría estar en peligro?
-La ingobernabilidad. Es muy difícil gobernar un país con un Congreso en contra. Hoy tenemos problemas de seguridad, de crecimiento económico, de productividad, de permisología, que desincentiva la inversión, y todas esas trabas necesitan leyes (...). Yo soy partidario no solamente de una unidad de la derecha, sino que este es un país que tiene que empezar a unirse de nuevo entre izquierda y derecha también. Si uno rema por un lado, el otro para el otro, el país no avanza. Tenemos que ponernos de acuerdo en algunos temas país y dejar de lado las cosas ideológicas. Tenemos que crecer como país.
La carta llegó hasta el parlamento. En pleno Congreso, la diputada del Frente Amplio, Claudia Mix, cuestionó: “La pregunta que nos hacemos como bancada, y seguramente como ciudadanía, es ¿a quién representan los diputados de derecha?, ¿quién manda a los diputados de derecha?”.
Sobre dichas críticas, Alcaíno asegura: “Está bien, quiere decir que no les gustó. Pero me parece que esta carta es algo legítimo y no le estamos haciendo daño a nadie. Es una manera de presionar. Hay otros sectores que para presionar se toman las calles, ponen barricadas, incendian la Iglesia, nosotros mandamos una carta. Y no veo por qué tanto revuelo. Si yo me paso el semáforo en luz roja tengo que dar explicaciones, pero cuando me lo paso en luz verde, no”.
-También hay quienes dicen que la carta y quienes la firman buscan decir: “Si no hay unidad, no hay plata”. ¿Qué opina de dicha afirmación?
-Opino que es una interpretación mañosa porque nosotros no hemos hablado de las platas. Yo no me puedo meter en el bolsillo de nadie de los que firman. Cada uno tendrá su candidato. Yo no tengo idea si van a aportar a las campañas o no. No se trata de eso. Esa es una interpretación antojadiza, mañosa, un poquito mal intencionada, diría yo. Johannes Kaiser respondió a esa misma pregunta y dijo: “Yo no soy empleado de esos señores”. Y yo creo que tiene toda la razón.
-¿Han recibido respuesta por parte de los otros candidatos?
-No.
¿Volver a la política?
-El que, hasta ahora, la derecha vaya dividida a las elecciones, ¿considera que es un capricho?
-No lo calificaría así. Son intereses legítimos y complejos. Las negociaciones no son fáciles. Se necesita de mucha generosidad, renuncias personales, se necesita de todo. Y se necesita también que las personas traten de empatizar unos con otros… No es fácil.
-Usted fue alcalde de Santiago entre 2004 y 2008, ¿le sigue interesando participar en el mundo de la política?
- No. Me interesa la política, por supuesto, porque estamos enfrentados a una elección que es importante para el país. Pero, aparte de eso, no. Yo ya estoy medio viejo y hay mucha gente joven. Para ocupar cargos públicos hay que tener mucha energía, recorrer el país, pensar fuera de la caja, hay que liderar: hoy hace falta liderazgo político fuerte, sino no tendríamos estas discusiones.
-¿Lo descarta para un futuro?
-No, yo no descarto nada. Pero en esta pasada no. Y después vienen otros cuatro años. Pero todo se realiza en su mérito. Pero no, no creo.
-Para esta “pasada”, ¿tiene pensado su voto?
- (Silencio) Sí, pero me lo reservo. El voto es secreto.