De cara a la Junta Nacional de la Democracia Cristiana, en el partido se están generando todo tipo de expectativas, particularmente porque algunos sectores esperan que se den señales importantes para el futuro de la colectividad y para enfrentar los próximos cuatro años desde la oposición.
La carta suscrita por la mayoría de los expresidentes de la tienda, donde subrayan que el partido no es de izquierda ni de derecha, inquieta a los que aún esperan que en el cónclave del fin de semana se ratifique el domicilio político de la DC en la centroizquierda.
El último párrafo de la declaración sostiene que “al concluir estas palabras, con una mirada esperanzada y de futuro, no se nos escapa que, en la travesía por el desierto que seguramente se avecina, tenemos que estar disponibles para converger con otras fuerzas políticas y sociales, de raíz humanista, y de probadas credenciales y convicciones democráticas, provenientes de distintas tradiciones de pensamiento –social-cristianas, social-demócratas, y social-liberales- para ir generando las condiciones que nos permitan contribuir, con inteligencia, generosidad, humildad y, por qué no decirlo, con patriotismo, hacia una democracia madura y un desarrollo humano, actuando como catalizadores de las más sentidas aspiraciones y demandas del pueblo chileno”.
Y eso es lo que preocupa, pues tras más de un año en que desde todos los sectores de la tienda coincidían en ratificar el domicilio político en la centroizquierda, el texto genera la sensación de que eso no continuará así. De ahí, que se comente que quienes serían los portavoces de esa postura serían los senadores electos Yasna Provoste, Ximena Rincón y Francisco Huenchumilla, pero que están una posición minoritaria.
Consultado el diputado Pablo Lorenzini por su postura sobre este debate, admite que desde la oposición se “requiere no negar la sal y el agua o blanco y negro, si hay temas buenos para la ciudadanía, vamos a trabajarlos y si no es así, no”. Pero advierte que “nuestro domicilio es el centro hacia la izquierda, si logramos llegar a conversaciones razonables (aludiendo a negociaciones de la Cámara) y, si no, tampoco queremos, muchos, entregarle cuatro años absoluta autonomía al futuro gobierno en todos los aspectos para que ellos lo decidan todo”.
Los devenires de la DC han sido seguidos de cerca por el PS, sus socios en el eje histórico, y ayer llegó hasta la bancada socialista su timonel, senador electo Álvaro Elizalde, junto al ministro de OOPP Alberto Undurraga, con quien abordaron la situación interna del falangismo.