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Jorge Navarrete: “Matthei es una buena candidata, que no tiene nada que perder y mucho que ganar”

El profesional que colaboró lealmente con el candidato DC, que llegó tercero en las primarias, acusa que quienes “juzgan críticamente el fracaso de esta aventura, hicieron todo lo posible para que así ocurriera”.

Por: Por Ángela Chávez Molina
 | Publicado: Lunes 5 de agosto de 2013 a las 05:00 hrs.
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Jorge Navarrete ha sido leal con Claudio Orrego -el candidato presidencial de la DC que llegó tercero en las primarias de la oposición- en todo momento. De hecho, hasta hoy mantuvo un estricto silencio, cumpliendo así con el compromiso que asumió con el ex abanderado de no hablar con la prensa hasta que regresara de sus vacaciones.

Orrego llegó de su descanso hace más de una semana y aunque no ha tenido actividad pública alguna, sí se ha reunido con quienes fueron sus colaboradores en la campaña, entre ellos el mismo Navarrete, abogado socio del estudio jurídico Del Río Izquierdo, quien rompiendo el silencio aborda el futuro de la DC tras ser superada el 30 de junio pasado por el ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco. Analiza también el nuevo escenario electoral con la aparentemente segura y “a ratos irremontable” opción de Michelle Bachelet y la irrupción de otra mujer, la UDI, Evelyn Matthei a quien califica como “una buena candidata”.

- ¿Cómo ve el nuevo escenario que deberá enfrentar la candidatura de Michelle Bachelet con la irrupción de Evelyn Matthei?
- Tal como he sostenido en varias oportunidades, creo que sería un gran error afrontar esta campaña electoral como si fuera una carrera corrida. Bachelet tiene una enorme ventaja, la que a ratos parece irremontable, pero una de las maneras de acortar esa brecha es subestimando al adversario y, por lo mismo, dando una pésima señal al electorado.

- ¿Cuánto desestabiliza las opciones de Bachelet la candidatura de Matthei?
- Partamos por lo obvio, Matthei es una buena candidata, la que adicionalmente, no tiene nada que perder y mucho que ganar. Su condición de mujer le permitirá, además, enfrentar con menos cuidados a Bachelet, exponiéndola e incomodándola más que los otros políticos y que la misma prensa acostumbran.


- ¿Pero esta irrupción deja en estado de alerta al comando de la Nueva Mayoría? ¿Hay que hacer algún cambio de estrategia?

-Obviamente, la estrategia de Matthei apuntará a confrontar a la candidata favorita. En el caso de Bachelet, ella tendrá que buscar un justo equilibrio entre no ignorarla, pero tampoco responder en forma permanente a las interpelaciones y críticas que se le hagan. Hay un gran activo de la ex presidenta y que al mismo tiempo es la debilidad de la candidata de la derecha: la credibilidad. Es ahí, junto a la confianza y a su relación directa y privilegiada con los ciudadanos, de donde Bachelet no debe salir.


- ¿Es Matthei más competitiva de lo que era Pablo Longueira?

- Matthei es más competitiva electoralmente que Longueira, pero veo muy difícil, por no decir imposible, que algún actual dirigente político de la derecha pudiera amagar el triunfo de la Nueva Mayoría.



El error de la DC


- ¿Cómo resurge la DC luego del tercer lugar de Claudio Orrego?

- El resultado de Orrego en las primarias no representa la votación de la DC en el país. Justamente, ahí está una de las explicaciones de la contundente derrota electoral. La campaña de Claudio nunca fue decididamente apoyada por los máximos dirigentes de la falange, por lo que mal podrían hoy igualarse destinos que ayer corrieron por separado.

- ¿Cuáles son las lecciones que quedan para el candidato de la DC que fue superado por un Velasco que se define como un “liberal”?

- Más allá del poco apoyo de la DC, nuestro principal error fue diseñar una campaña política para un número significativamente menor de votantes. Tanto el énfasis valórico, como el territorial, y la apuesta de la renovación desde lo institucional, eran propios de una elección de nicho, cuestión que se desdibujó con una votación que superó los 3 millones de electores. En cuanto a Velasco, creo que enfocó correctamente su estrategia, con un discurso simple, el de las malas prácticas, y que caló más hondo de lo que nosotros imaginábamos.

- Por lo mismo, ¿Cuáles son los desafíos pendientes que tiene el partido para enfrentar los nuevos tiempos? Hubo quienes pidieron que la directiva diera un paso al lado tras la derrota, así como revisar las posturas valóricas del partido...

- Muchos de los que pidieron la renuncia de la directiva o solicitaron revisar las posturas valóricas, no contribuyeron un ápice a la campaña o derechamente la sabotearon. Hay algo de auto-profecía cumplida en todo esto, en la medida que varios de los que juzgan críticamente el fracaso de esta aventura, hicieron todo lo posible para que así ocurriera. Dicho lo anterior, ojalá que se revisen las posturas valóricas de la DC, lo que no sólo incluye las cuestiones entre la cintura y la rodilla, sino también las otras materias propias de cualquier organización donde supuestamente el bien común está por sobre los intereses individuales.

- En cuanto a la relación DC-PC, ¿hay temas a resolver?

- Hay muchos temas pendientes, aunque pocos por resolver. El triunfo de Bachelet la habilita para definir los términos del acuerdo y la DC tendrá que acatar. Habrá algo de ruido, pero ninguna nuez.

- ¿Ve posible una alianza entre la DC, el PRI y RN, de modo de avanzar hacia una coalición realmente de centro?
- Hoy, de ninguna manera. Quizás en la nueva generación de dirigentes eso sería posible. Pero tanto la mía, como las anteriores, están todavía muy marcadas por la experiencia de la dictadura militar.



Comando presidencial


- ¿Cómo se regula la integración de la DC al comando de Bachelet, es decir, cuáles deben ser los equilibrios y el rol de los representantes del partido?

- Es una cuestión que irá definiendo la propia candidata. Ya dio una primera señal poderosa con el elenco de los primeros DC que integraron su comando. Los partidos, todos, tienen muy escaso margen de maniobra en la estrategia y decisiones de Bachelet.

- ¿Y cómo evalúa el llamado de atención de Walker a personeros como De Gregorio, respecto a lo que se puede o no decir frente a los compromisos asumidos por la candidata?

- Tanto para Walker como para De Gregorio, o cualquier otro político, hay una primera y principal lección que deben aprender si quieren trabajar con la ex presidenta: a Bachelet no se le interpreta y no se le utiliza para agendas o proyectos políticos personales.

- ¿Orrego debe asumir un rol destacado en el comando y cómo se reinventa?

- Será el propio Orrego quien defina su futuro inmediato. Me lo imagino en la Corporación Nuevos Imposibles, formando jóvenes, contribuyendo al éxito de candidaturas al Parlamento que representan la nueva generación. Y respecto de Bachelet, me imagino se decantará después de que ambos conversen.



Heridas sin sanar


- ¿Qué opinión le merece toda la crisis que vivió la Alianza tras la renuncia de Longueira?

- Se dice que esta es una de las peores crisis de la derecha. No lo creo. Se trata de un episodio excepcional, que abrió heridas que nunca han sanado del todo, pero que rápidamente se volverán a curar en la refriega electoral y la lucha por el poder. Si Bachelet no fuera parte de la escenografía política, nuestra situación sería similar a la derecha.

- ¿Qué opinión le merece que el presidente Piñera esté tan involucrado en este escenario -según dicen- allanando su camino al 2017?

- Piñera no sólo es el jefe de Estado y presidente del gobierno, sino además el líder de su coalición. No tiene nada de reprochable que intervenga en esta cuestión, más allá del juicio ético que uno tenga sobre sus reales propósitos. Ese reproche se le ha hecho en forma permanente, no sólo para esta cuestión sino para otras harto más significativas.



Nueva Mayoría


- ¿Las listas parlamentarias garantizan una Nueva Mayoría?

- Bachelet tendrá mayoría tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados. La holgura de esa diferencia estará determinada por la cantidad de doblajes que se verifiquen, lo que a su turno se relaciona con la posibilidad, o no, de que otras fuerzas políticas, como el PRO, el PRI o los Humanistas, presenten lista parlamentarias.

- ¿Y el retraso en la lista senatorial?

- Como la típica rencilla política. Los cierres de cualquier negociación siempre son difíciles, más cuando hay poco afecto entre quienes se sientan a la mesa.

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