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Longueira: "En los gobiernos de derecha la autoridad se ejerce y se cumple"

Apelando a su vasta experiencia política, el ex senador de la UDI asegura que “no tengo ninguna duda que detrás de esto está el PC; en muchas de estas federaciones estudiantiles vota muy poca gente y, finalmente, han radicalizado un conflicto que ya no tiene ningún fundamento”.

Por: Por Marta Sánchez Leiva
 | Publicado: Viernes 12 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.
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Llega al Ministerio de Economía desde La Moneda casi corriendo. Revisa su agenda, tienes dos, tres hasta cuatro conversaciones paralelas mientras se prepara para recibir a Diario Financiero.

- ¿Cómo está ministro?
- Feliz.

Ríe por un minuto, se sienta y sólo con un lápiz en la mano -sin papeles a su alrededor- espera ansiosamente que parta la primera pregunta.

Antes, eso sí, es necesario destacar que su análisis trasciende a la cartera que hoy dirige. Es duro -como si fuera el ministro del Interior- a la hora de hablar del acalorado clima social. Pero a él no le importa salirse de “su parcela”, porque el gobierno es uno y las reuniones de Comité Político con el presidente son, precisamente, para que “todos estemos en el mismo tono”.

Eso, sumado a que le sale natural moverse con facilidad por los temas políticos y económicos, lo que ha llevado a varios representantes de su sector y de la oposición a bautizar sus oficinas como “La Moneda chica” y a él como el “primer ministro”.

- Usted dijo el miércoles que la mejor política de un país es el pleno empleo y el crecimiento económico, ¿cómo se cuidan estas variables en medio del actual escenario?
- Cualquier país entiende que con un mayor crecimiento y más empleo lograremos mayor estabilidad social. Cuando los países viven coyuntura de desaceleración y de conflictividad lo mejor es tener la capacidad de enfrentar esos períodos incrementando el crecimiento y, para eso, en Chile se requiere un impulso a la Agenda de Impulso Competitivo que permita un mayor crecimiento y una mayor generación de empleo. Ahora, también sólo pasaremos los ciclos malos de la economía con estabilidad social. Muchas veces tener ese enfoque la gente lo considera como incompatible con un rol del Estado subsidiario como el que he planteado y me parece que son completamente complementarios.

- ¿Cómo convence al equipo económico del gobierno?
- Si a la única meta económica con equilibrio macroeconómico, con responsabilidad fiscal, de la cual, por cierto, soy partidario, no le incorporamos el sentimiento de la ciudadanía se va generando una sensación de desconfianza con el modelo y con el desarrollo.

- ¿Esta es la base desde la cual se explica el descontento que muestra hoy la ciudadanía en la calle?
- El descontento, por llamarlo de alguna forma, lo separo en dos. Primero, lo considero como algo propio de los países que van avanzando hacia el desarrollo. Cuando los países como Chile avanzan hacia el desarrollo, como lo hemos venido haciendo hace 30 años, empiezan a surgir nuevas demandas fruto de una sociedad más exigente, de ciudadanos más empoderados, personas mejor informadas que comienzan a atreverse a exigir respeto a sus derechos. Entonces, cuando los países van construyendo, especialmente como Chile, una clase media muy consolidada, muy aspiracional, en ese proceso los conductores políticos deben ser capaces de entender ese fenómeno y de construir las políticas públicas para acompañar esa mayor exigencia. Pero, creo que lo que le pasó al país es que no lo acompañó con sentido de oportunidad.

- ¿Es la clase política la que está al debe?
- No supimos responder oportunamente a un mensaje que la ciudadanía nos compró. El chileno entendió, aceptó, compartió que la forma de progresar y mejorar la distribución del ingreso era con educación. Por lo tanto, hay que poner un sistema de becas y de crédito que sea justo. No resisten una sociedad a la que se le dice que la forma de que haya más igualdad y de surgir es con educación y, finalmente, no le damos respuesta a una familia de clase media que nos dice que tiene dos hijos y tiene que elegir a uno para que estudie.

Actualmente, tenemos en el sistema universitario un millón 100 mil jóvenes, de 10 jóvenes 7 son los primeros en sus grupos familiares. O sea, son señales maravillosas y hay dos caminos para resolver eso: volvemos a que la elite pueda acceder a la educación gratuita como era en el pasado y que habían sólo 200 mil estudiantes del grupo ABC1 de la sociedad o tenemos un sistema donde el talento, el esfuerzo pueda llegar a la educación superior y no quede en el camino por situaciones económicas.

Politización estudiantil

- Esa es una de las explicaciones del descontento, ¿y la segunda?
- La separo de lo que está viviendo el país, porque para mí ya el mensaje está transmitido: el presidente ha anunciado un gran acuerdo nacional para enfrentar este tema. La movilización y la marcha está completamente politizada, está fuera de control de los que las iniciaron. Creo que hay intenciones diferentes a las motivaciones originales y que ya estamos en otro tipo de conflictividad que no la comparto, ya el conflicto no contribuye en nada, todos los actores de la sociedad han registrado este mensaje de la ciudadanía que podríamos haberlo evitado si hubiéramos tenido el sentido de la oportunidad hace algunos años, creando un buen sistema de crédito y becas.

- ¿Algunos afirman que la ideologización del movimiento estudiantil se debe al Partido Comunista?
- No tengo ninguna duda que detrás de esto está el PC, en mucha de estas federaciones estudiantiles vota muy poca gente y, finalmente, han radicalizado un conflicto que ya no tiene ningún fundamento. Incluso, temo que en estos días ya ni siquiera el PC tenga control de lo que inició.

Lagos/Piñera

- ¿La oposición le debiera devolver la mano a la Alianza así como Ud. lo hizo cuando el ex presidente Lagos estaba en problemas?
- Hoy día y después de muchos años hay gente que valora esa decisión que tomamos el año 2003. Ahora, creo que no se puede tomar esta decisión para devolver la mano, eso es una convicción, creo que uno siempre tiene que pensar y decidir por el bien del país. Pero a pesar de que todavía hay gente que me grita ´tú que salvaste a Lagos´, lo volvería a hacer mil veces.

- ¿Por qué?
- Porque uno tiene la satisfacción más profunda que a pesar de que sus propios partidarios en ese minuto querían causar el mayor daño político tuvimos la capacidad de actuar con mucha generosidad. Por ello, creo que lo que hicieron los cuatro presidentes de los partidos de la Concertación al no asistir a la reunión en La Moneda con el presidente Piñera fue un profundo error. Eso demuestra lo mal que estamos.

- Tal cómo están las cosas, ¿qué más falta?
- Sinceramente, nada. El gobierno ha sido muy generoso, muy dialogante, muy tolerante, creo que los tiempos del conflicto están agotados hace rato. El gobierno tiene que tener claro que el exceso de conflicto pone en jaque la autoridad y la autoridad hay que ejercerla. Aquí hay una mayoría silenciosa, que eligió un gobierno de derecha y los gobiernos de derecha son gobiernos donde la autoridad se ejerce y se cumple. Hay que ser muy claros en que no vamos a aceptar que grupos extremos nos lleven a situaciones que no tienen ningún fundamento. Hoy la conflictividad, la marcha y los paros no tienen ninguna justificación.

“El relato”

- ¿Su postura de avanzar en un desarrollo solidario se ha convertido en parte del “relato” del gobierno?
- Se ha ido construyendo un relato vinculado al emprendimiento, a las demandas de nuestra clase media, a acompañar a un segmento de la sociedad que hace un esfuerzo enorme para surgir. Como lo decía el otro día en una reunión con ministros: quiero que la gente que tiene acceso al plasma y ve los partidos de la roja, que no esté pensando en el entretiempo cómo pagarlo, que no tenga esa angustia.

- ¿No se le asustan los ministros del área económica cuando Ud. le habla de estos temas?
- No creo, porque tenemos que entender que el Estado tiene que cumplir un rol subsidiario. No debería asustar a nadie cuando digo que hay mercados que están concentrados y que el Estado cumple un rol muy importante en ser creativo para ver instrumentos de cómo metemos más actores y más competencia.

- Pero ministro, cómo le explica a la gente que este camino es compartido si Ud. plantea una reforma tributaria, el ministro de Hacienda dice que no y el presidente afirma que hay que estudiarla a largo plazo...
- No he planteado una reforma tributaria. Lo que he dicho es que el país y el presidente tiene dos grandes políticas públicas que implementar que serán los hechos históricos que van a recordarlo a él: la extensión del post natal y la situación educacional, a través de un gran acuerdo nacional. El presidente anunció la convocatoria de una comisión para estudiar el sistema universitario y creo que lo que tenemos que hacer es no decir cuántos recursos tenemos disponibles sino que instalar la mesa, a los técnicos, hacer el mismo proceso que se hizo para la reforma del sistema previsional chileno. Es que una reforma educacional seria, profunda de largo plazo como la que necesita Chile. Entonces, lo que he planteado es que finalmente los ingresos permanentes más los ingresos esporádicos que tenemos por la regla fiscal fruto del precio del cobre que tenemos son suficientes, no requerimos subir impuestos, pero sí no lo son, tenemos que estar dispuestos a hacer un esfuerzo. Y, por cierto, que es él quien decide si se bajan o se suben los impuestos, pero no pongamos la carreta delate de los bueyes.

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