“Los números que tenemos nos hacen ser bastante optimistas, creo que la derecha se va a llevar una sorpresa el domingo”, dice confiado Osvaldo Rosales, economista y jefe programático del candidato del pacto Fuerza de la Mayoría, Alejandro Guillier.
Y no solo espera que su abanderado pase a segunda vuelta, sino que cree que logrará instalarse en La Moneda en marzo. Esto, ya que ve una convergencia “bastante importante” en los programas de las candidaturas de la centroizquierda en temas sustantivos como diversificación productiva, descentralización, inversión, salud, educación y pensiones, por nombrar algunos.
- ¿Será posible lograr la unidad necesaria para triunfar en segunda vuelta?
- Sin duda. Y, además, que tenemos el dato histórico de que cuando la centroizquierda ha estado unida ha generado los mejores momentos económicos, políticos y sociales para el país. Y cuando hemos estado separados, el país se ha visto muy mal.
- En este escenario de éxito, ¿cuáles serían las medidas prioritarias de los primeros 100 días de gobierno para reactivar la economía?
- Primero, hay que decir que cuando asumamos en marzo, la economía ya va a estar creciendo al 3%. Para dar un impulso adicional, las dos principales medidas serán: primero, formar una oficina de gestión de grandes proyectos en La Moneda, orientada a simplificar todos los trámites que están asociados a la evaluación y aprobación de proyectos de inversión; y segunda, modificar el sistema de evaluación ambiental de los proyectos de inversión, ya que hay demasiados eslabones en esa cadena y la duración asociada a ellos es excesiva y los plazos no siempre se cumplen. Se puede perfeccionar.
- ¿La inversión será lo principal?
- La prioridad es recuperar la inversión privada, que es alrededor del 90% del total. Por lo tanto, cuando uno dice que hay que reactivar el crecimiento, quiere decir más inversión y más inversión privada.
Esos dos mensajes (las medidas) son muy potentes y hay consenso con las otras candidaturas y también con el mundo privado, por lo que facilitará el diálogo para abordar otras temáticas de mediano y largo plazo, por ejemplo, en el ámbito de la infraestructura.
- ¿Cuál es la meta de crecimiento a la que aspiran?
- Todas las proyecciones apuntan a un PIB de por lo menos de 3%, lo que significa duplicar la tasa de crecimiento actual, pero claramente a nosotros nos parece que no es suficiente y por eso ponemos énfasis en estos nuevos motores de crecimiento: en la industria de la energía solar, una industria del cobre con cada vez menos contaminación, electromovilidad, entre otros.
- Usted señala que un crecimiento de 3% no sería suficiente, ¿la idea es acercarse al 4% al final de gobierno?
- Ciertamente, con eso estamos trabajando. Pero nuestros cálculos en lo que se refiere a financiamiento están hechos sobre la base de un crecimiento entre 3% y 3,5%. No nos gustaría pasarnos películas de proyectar 4%, aunque aspiramos a alcanzar esas tasas y ojalá más.
- ¿Chile podría recuperar su crecimiento potencial en un par de años más?
- A eso aspiramos por la vía de elevar la productividad y la fuerza de trabajo. Queremos poner en práctica buena parte de las sugerencias que ha planteado la Comisión de Productividad; mejorar la participación laboral de las mujeres y los jóvenes, en especial los NINI (jóvenes que no estudian ni trabajan), lo que significa aumentar el Producto potencial.
No más Pedro y el lobo
- Bancos de inversión locales y extranjeros señalan que un triunfo de Guillier no ayudaría a disipar la incertidumbre en el mercado. ¿Qué opina de eso?
- Hay que dejar de utilizar la economía para análisis de política menor. Gracias al superciclo de los commodities, al gobierno central en el período de Piñera le ingresaron en promedio 3,2 puntos del PIB por concepto de cobre. A este gobierno le ha ingresado un promedio de un punto de PIB por año.
Por lo tanto, es legítimo decir que si este gobierno hubiese tenido el mismo precio del cobre que el gobierno de Piñera, el déficit fiscal no sería de 3 puntos, sería solo de un punto y no nos habrían bajado la calificación de riesgo.
Entonces, cuando hay señores que dicen que el boom de la bolsa se debe al efecto Piñera le digo que miren la variación de las bolsas en el mundo: Chile crece exactamente al promedio en el que están creciendo las bolsas emergentes.
- ¿No se justificaría un sentimiento negativo en el mercado?
- Es como Pedrito y lobo, terminan auto engañandose: que viene el lobo, que viene el lobo, lo dicen todos los medios, entonces al final terminan creyéndolo.
- ¿Cuál es el llamado entonces?
- El llamado es a mirar el tremendo potencial que tiene la economía chilena, las grandes oportunidades que tenemos y aprovechar nuestros recursos. Incorporarle más conocimiento, más tecnología, que eso sea más accesible a las pyme, de manera que nos subamos en conjunto al carro tecnológico del siglo XXI.
En esa dirección va a trabajar Alejandro Guillier y para eso no sobra nadie.