Duro quiebre opositor por decisión DC de destrabar reforma tributaria
En medio de tensión y división al interior de la exNueva Mayoría, la falange se dio por convencida con propuestas del gobierno en materia de PYME, fiscalización, adultos mayores, crecimiento y combate a la elusión.
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En las oficinas de Teatinos 120, donde se emplaza el Ministerio de Hacienda, se respiraba ayer con alivio. Luego de una tensa mañana, cerca de las 3 de la tarde se confirmaba el mayor anhelo por estos días de la cartera: la Democracia Cristiana (DC) anunciaba que sus diputados apoyarán la idea de legislar del proyecto de reforma tributaria, votación que se llevará a cabo hoy pasadas las tres de la tarde en la comisión de Hacienda.
Sus representantes en dicha instancia, Pablo Lorenzini y José Miguel Ortiz, respaldarán la aprobación en general del texto, por lo que de confirmarse los sufragios favorables de los integrantes de ChileVamos en la comisión, la reforma se aprobaría con ocho votos a favor y cinco en contra.
El anuncio fue realizado por el jefe de bancada de la DC, Gabriel Ascencio, luego de un almuerzo de coordinación con el resto de los parlamentarios democratacristianos. En el punto de prensa participó el diputado Ortiz, pero Lorenzini se restó.
El anuncio de la falange descolocó a sus pares opositores. A las 11 de la mañana se reunieron en la sala de la Presidencia de la Cámara los jefes de bancada del PPD, PS, MA, FRVS, PC, RD y DC para acordar una estrategia en conjunto para la votación de la idea de legislar. Sin embargo, aquella cita terminó sin acuerdo y se convino volver a reunirse a las 5 de la tarde en el Congreso. Pero la decisión comunicada previamente por la DC molestó al resto de los legisladores.
“Me habría gustado avisarle antes a nuestros socios, lamentablemente no alcancé, pido excusas por eso porque francamente me habría gustado primero decirle a los jefes de las bancadas de oposición cuál era nuestra oposición”, se excusó Ascencio.
La determinación falangista promete generar un fuerte quiebre al interior de la oposición, ya que nuevamente el partido liderado por Fuad Chahin aparece votando alineado con el gobierno, como en su momento fueron las modificaciones a la Ley de Migración.
La determinación de la DC tuvo un punto clave: a las 12:30 Chahin se reunió con el ministro secretario general de la Presidencia (Segpres), Gonzalo Blumel, y su subsecretario Claudio Alvarado, instancia en que el Ejecutivo respondió a las dudas de la falange y aseguró que a lo menos US$ 400 millones en compensaciones estaban comprometidas.
¿Cómo los convencieron?
Durante la mañana, Chahin aseguró que en la falange había dudas respecto a algunas medidas anunciadas el lunes por el gobierno, solicitando aclaraciones en materias como el impacto en recaudación de la restricción de la exención del IVA a la construcción de viviendas.
Sin embargo, a su vez la tienda reconocía en privado y en público que su decisión de apoyar la idea de legislar se basaba en que durante el debate Hacienda se abrió a acoger a lo menos cinco puntos que había propuesto la DC en un documento técnico dado a conocer en diciembre.
Así, destacaron como “logros” que se incorporaran reducciones a las contribuciones de adultos mayores, un mejoramiento para el régimen PYME, aumentos de recursos para regiones, la consolidación de normas fiscalizadoras del Servicio de Impuestos Internos (SII) y la mantención de la Norma General Antielusión.
Tras el anuncio, el jefe de bancada del PS e integrante de la comisión de Hacienda, Manuel Monsalve, cuestionó la decisión de la DC: “No me parece bien que nos dividamos a la hora de votar la idea de legislar (...) Hoy con la propuesta del gobierno, la lucha contra la desigualdad se debilita y eso hay que explicárselo a los chilenos. Yo creí que teníamos un criterio común con la DC en la lucha contra la desigualdad”.
Crítica que compartió su par de RD en la comisión, Giorgio Jackson: “Todos coincidimos en que había que cuidar ciertos principios, como la progresividad y no reducir la recaudación. El gobierno presentó un documento falseando los datos, diciendo que esto recaudaba
US$ 471 millones cuando en realidad eran US$ 300 millones. Eso daña las confianzas (...) Quienes tienen que darle explicaciones al país si se aprueba la reintegración, que beneficia a los más ricos, van a ser quienes den el voto a favor”.