Lagos Weber propone que ley corta de depreciación acelerada con efecto retroactivo sea desde este mes

Un llamado al gobierno para que envíe al Congreso una ley corta de depreciación acelerada con efecto retroactivo desde el 1 de agosto, hizo hoy en su calidad de integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta, el senador Ricardo Lagos Weber - a raíz del anuncio del titular de la cartera, Felipe Larraín, en este sentido-, proponiendo además que la depreciación alcance al 100% de la inversión y activos fijos en La Araucanía.

El ministro de Hacienda sorprendió hoy al anunciar que el Ejecutivo ingresará una indicación a la reforma tributaria para que la depreciación acelerada que contempla el proyecto que se discute aún en la Cámara de Diputados comience a regir desde el 1 de octubre.

La propuesta del senador opositor, es que el gobierno "envíe una ley corta, de aprobación inmediata, que se haga cargo de la depreciación acelerada con efecto retroactivo desde el primero de agosto, este mes, y por un 50% de la inversión y de activos fijos y de un 100% en el caso de la región de La Araucanía".

Desde el punto de vista del parlamentario de la Quinta Región, de este modo que propone "tenemos una forma de acelerar la inversión, de manera automática, y darle un fuerte impulso al crecimiento, ya que permitiría que las inversiones de capitales se realicen desde ahora, sin esperar hasta octubre como lo propone el ministro Larraín".

Lagos Weber, reiteró que se le ha pedido "en todos los tonos" al titular de la cartera que "separemos el proyecto de reforma tributaria y avancemos rápido con estos temas y otros que nos permitan recaudar rápido, como la boleta electrónica, y el gobierno podrá recaudar más de US$ 1.000 millones, de acuerdo al informe financiero".

El senador reiteró que, a su juicio, el gobierno "se ha concentrado en exceso en la reforma tributaria, llevamos un año, y ha dejado de lado –tal vez sin quererlo- los temas de crecimiento del país". También criticó el que, desde su punto de vista, el Ejecutivo se habría tomado con "mucha liviandad" los efectos de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, sin asimilar el impacto que tendría sobre la economía chilena.