Gobierno y Concertación se responsabilizan mutuamente por convulsionado clima social
Aunque oposición hizo “mea culpa” sobre las demandas sociales, pidió al Ejecutivo no escudarse en lo que no se hizo en 20 años.
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Por C. Betancourt /
M. Helguero / A. chávez
Más alla de los balances del éxito o fracaso del paro convocado por la CUT en su primera jornada, la movilización dejó en evidencia las crispadas relaciones en que se encuentran el oficialismo y la Concertación. Es que ayer, a la hora de los recuentos, ambos sectores se responsabilizaron mutuamente por el origen de la crisis social y la forma en cómo ésta se ha enfrentado.
Y si bien hasta el lunes las críticas del gobierno hacia la oposición y la CUT habían sido encabezadas por varios ministros de Estado, así como por los líderes de los partidos oficialistas, ayer fue el propio presidente Sebastián Piñera, quien entró al fuego cruzado al arremeter contra el bloque concertacionista acusándolos de ser los responsables de la convulsión que vive el país.
El escenario escogido fue La Moneda, en el marco de un encuentro con beneficiarios sociales. Allí en una puesta en escena el mandatario y su esposa, Cecilia Morel, abordaron la coyuntura en medio de un diálogo con los asistentes a la actividad y cuando uno de ellos le preguntó directamente sobre la jornada de protestas “y de violencia en las calles”.
Al contestar el mandatario apuntó que “estos problemas vienen de los gobiernos anteriores, esa es la verdad. Entonces, yo le pido a los que fueron partidos que apoyaron los gobiernos anteriores y que en cierta forma, son los que han generado estos problemas, que ahora nos ayuden a no agravarlos, sino que a solucionarlos”.
Piñera también hizo un llamado “a la cordura y a la buena voluntad”, remarcando en varias oportundiades que “una cosa es una marcha y otras cosa es intentar paralizar el país”. No obstante, sostuvo que “afortundamente hasta ahora el país está funcionando con bastante normalidad” y agregó que lo “lamentable es que la intención fue otra, causarle daño a Chile y a los chilenos. Ha sido lamentable que haya brotes de violencia” dijo, advirtiendo también que “el gobierno tiene que mantener el orden público”.
La puesta en escena del mandatario fue reforzada por los timoneles y jefes de las bancadas parlamentarias de RN y la UDI, quienes llegaron a La Moneda para criticar las movilizaciones y advertir que la paralización deja al descubierto la existencia de dos Chile.
El timonel del gremialismo, senador Juan Antonio Coloma, sostuvo que “esta mañana ha sido clarísimo que el Chile real es más grande, el que quiere trabajar, que quiere producir y entenderse. El Chile del trabajo le ha ganado al Chile de las barricadas”. En tanto, el senador Carlos Larraín, quien llegó con un cinta blanca en la solapa, manifestó su desilusión por la actitud asumida por la Concertación, la que a su juicio, “ha demostrado, al adherir a este paro artificial, que no tiene tema, que no quiere conversar”.
Reacción opositora
Desde el bloque opositor hizo su “mea culpa” por no haber respresentado adecuadamente las demandas sociales e incluso reconociendo un “déficit de conducción política”, como lo admitió el vocero del conglomerado y titular de la DC, senador Ignacio Walker.
Sin embargo, rechazaron la actitud del Ejecutivo de “endosarles” a ellos estas movilizaciones, para eludir su propia ineficacia en el manejo de la crisis. “Que no siga el gobierno escudándose en lo que se hizo o no se hizo en 20 años”, afirmó Walker quien añadió que con esto se ocultan “las inoperancias e ineficiencias de un gobierno” recalcando que no es tarea de la oposición “hacerle la pega”.