Las pequeñas y medianas empresas (PYME) son protagonistas permanentes del acontecer nacional. Y no solo porque son muchas, sino porque ocupan a un alto número de la población disponible para trabajar, tal como lo reafirmó un estudio del Observatorio Grande PYME, junto al Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales.
De acuerdo con la medición, entre 2020 y mayo de 2025 este tipo de firmas creció un 48%, sumando 246 mil empresas nuevas para llegar a un total de 759.320 compañías. Una cifra que representa el 98% de las firmas activas en Chile, según la investigación, y que emplean al 62% de los trabajadores del país. Un dato alentador que, a pesar de que muestra que el sector se mantuvo activo, esconde una realidad que no es completamente positiva.
La tarea pendiente
Pese al incremento en la cantidad de empresas, esto no ha ido de la mano de una mayor generación de empleos.
Sobre esto, las cifras del observatorio indicaron que en el país todavía faltan 292 mil empleos para recuperar la tasa de ocupación previa a la pandemia, de los cuales 63 mil corresponden a micro, pequeñas y medianas empresas.

Sin embargo, al profundizar en este dato, se constata que entre las medianas empresas existe un superávit de 196 mil empleos, mientras que en las pequeñas y microempresas el déficit llega a 259 mil.
La directora ejecutiva de Grande Pyme, Katia Trusich, hizo hincapié en que “mientras las PYME crecieron 54% entre 2013-2025, el empleo no creció proporcionalmente. Esto sugiere un proceso de atomización empresarial: más empresas pero más pequeñas”. Un fenómeno que -dijo- esconde otro problema: trabajos menos productivos y con remuneraciones más bajas.
En la otra vereda, los datos del observatorio constataron que las grandes empresas también han registrado un crecimiento respecto a mayo de 2020 (7%), pero dicha alza también sigue siendo insuficiente para recuperar, o incluso superar, el déficit total de trabajo.
Las mujeres
Entre mayo y julio de 2025, el 38% de las personas que trabajan en PYME eran mujeres. Un avance moderado respecto del 30% que representaban en 1990.
Sin embargo, el dato sigue evidenciando una brecha de género, más aún al considerar que las mujeres representan cerca del 50% de la población en edad de trabajar.
Sobre esto, Trusich explicó que en países como Dinamarca las mujeres participan mucho más en el trabajo, con tasas cercanas al 60%. Esto se debe, dijo, a políticas de cuidado parental, buena educación preescolar y acuerdos culturales. “El estancamiento en 38% de mujeres en PYME desde 2015 sugiere que han llegado a un techo de inclusión femenina y que existe un potencial desaprovechado significativo”, agregó la también exsubsecretaria de Economía.
Situación salarial
Con relación a los salarios, el estudio reveló que la brecha entre los sueldos que pagan las grandes empresas y las PYME ha ido creciendo. Si en 2019 la diferencia era de $ 253 mil, en 2024 se amplió aún más, llegando a $ 331 mil.
Esto significa que, en 2024, un trabajador de una PYME ganó $ 841 mil, mientras uno de una gran empresa obtuvo $ 1,2 millón. Esta diferencia confirma que, pese a mejoras, las PYME mantienen un rezago estructural en remuneraciones, ligado a menores niveles de productividad.
Es decir, el trabajador de una PYME tendría que aumentar su productividad en un 39% para igualar el salario de alguien en una gran empresa.
Finalmente, uno de los desafíos estructurales más importantes de la PYME es la informalidad laboral: el 21% de sus trabajadores lo hace en condiciones informales, muy por encima del 5% en las grandes empresas. La situación es aún más grave en las microempresas, donde la cifra llega a 48%.
El director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, David Bravo, concluyó que estas cifras “representan un paso decisivo para comprender con mayor claridad la radiografía de las PYME”. No obstante, agregó que “en Chile contamos con estadísticas nacionales, pero carecemos de información sistemática sobre las PYME. Los datos están dispersos entre distintas entidades, como el SII y el Banco Central, sin una articulación común”.